Educación
Arrancan las PAU: más de 4.000 estudiantes se examinan en la demarcación de Tarragona
Este año la selectividad recupera la materia de Historia de la Filosofía, que vuelve a la fase general
Desde ayer y hasta mañana, 4.035 estudiantes de la demarcación de Tarragona realizarán las Pruebas de Acceso a la Universidad, datos que superan con un 3,6% las del año pasado, hecho que supone el tercer récord consecutivo de cifras de matriculación.
Según el coordinador de las PAU en la Universidad Rovira i Virgili, Antoni Garcia, este aumento se da a causa del incremento de natalidad entre el 2002 y el 2008, lo que supondrá que el número examinados seguirá creciendo hasta el año 2026. Garcia también apunta que la jornada empezó sin incidentes, más allá de algunos estudiantes que no encontraban el aula, un hecho que considera «habitual».
Este año las pruebas llegan con varias novedades, ya que se han tenido que adaptar al nuevo plan de estudios de Bachillerato, modificado a causa de la aplicación de la LOMLOE. Entre estos cambios se encuentran la recuperación de la materia de Historia de la Filosofía en la fase general de la prueba y la incorporación de cuatro nuevas materias opcionales, vinculadas al Bachillerato General y al Artístico, que hace que se llegue hasta las 23 en esta modalidad.
En algunos casos, eso puede causar que los estudiantes se encuentren con una «triple» coincidencia en los horarios y tengan que hacer dos o tres exámenes de manera ininterrumpida. «Los tienen que hacer sin salir del aula; pueden hacer descanso, pero no pueden salir», indica el coordinador.
Primeras sensaciones
Las pruebas arrancaron ayer a primera hora con el examen de Lengua Castellana y Literatura. «Creo que ha salido bastante bien. Cuando he entrado estaba muy nervioso, pero después de leer el primer enunciado ya me he puesto más tranquilo», comentaba Antoni Lozano, del Instituto Ramon de la Torre, de Torredembarra. «No me ha ido ni muy bien ni muy mal, pero me lo esperaba peor, así que tampoco estoy muy disgustada», reconocía su compañera, Rehab El Mansouri.
Otra de las modificaciones de este año es que el alumnado puede escoger evitar las preguntas sobre las lecturas obligatorias tanto en la asignatura de catalán como en la de castellano. En el caso de la última, los estudiantes pudieron escoger entre responder preguntas sobre Nada de Carmen Laforet, La Fundación de Buero Vallejo, o esquivarlas del todo y escoger otras sobre las figuras retóricas estudiadas durante el curso.
Muchos optaron por responder una pregunta de cada, en cambio, Maria Sánchez, del Instituto Tarragona, prefirió evitar las figuras retóricas. «Creo que he fallado una de las preguntas, pero seguramente habría sido peor si hubiera escogido las figuras retóricas», admitía. «Me lo he preparado bastante bien, porque necesito bastante nota, pero la verdad es que he dedicado más tiempo a otras asignaturas más difíciles, como historia», reconocía Maria, que quiere acceder al grado de Relaciones Internacionales.
«Estoy un poco nerviosa, ya que creo que todos sentimos esta presión, queremos que salga bien, pero después del primer examen ya estoy más tranquila», explicaba Jana Prado, del Instituto Tarragona. Como ella, muchos otros estudiantes aprovechan el tiempo entre examen y examen para repasar la materia del siguiente, y algunos caen en la tentación de revisar las respuestas del anterior.
Otros, en cambio, prefieren evitarlo. «No las queremos ver, ya lo descubriremos cuando se publiquen las notas. El examen ya está hecho, sólo nos pondremos más nerviosos», aseguraba Rehab. Las notas saldrán publicadas el 19 de junio. A partir de este día, los estudiantes tendrán la opción de pedir la revisión del examen hasta el 21 de junio.