Transporte
«Llegará antes mi hija a Madrid en tren que yo al Vendrell desde Sant Vicenç de Calders»
Desinformados y resignados, los usuarios de la R4 se adaptan a los cortes del servicio por obras del corredor mediterráneo
El último tren de la línea R4 de la mañana ha salido de la estación de Sant Vicenç de Calders poco antes de las ocho de la mañana.
La R4 de Rodalies entre Vilafranca del Penedès y Sant Vicenç de Calders, en el término municipal del Vendrell, empieza este jueves una nueva fase de interrupciones por las obras del corredor mediterráneo. El servicio de tren está cortado en los dos sentidos de 8 h a 19 h y de 21.30 h y a 22.30 h, franjas en las que Renfe ha habilitado buses alternativos que pasan por las estaciones del Vendrell, l'Arboç y los Monjos cada media hora.
La medida ha sorprendido a muchos de los pasajeros, que no tenían conocimiento y que se han tenido que resignar ante el retraso de los dos primeros buses del plan alternativo. «Llegará antes mi hija a Madrid en tren que yo al Vendrell desde Sant Vicenç de Calders», ha criticado M. Carme Martínez, usuaria de la R4.
La resignación y la desinformación han marcado las primeras horas de la nueva fase de obras del corredor mediterráneo en la estación de Sant Vicenç de Calders, donde los trenes de la línea R4 han dejado de circular a partir de las ocho de la mañana. El servicio ferroviario se reprenderá a partir de las siete de la noche y hasta las nueve y media de la noche, momento en el que se volverá a cortar en los dos sentidos durante una hora.
De esta manera, se garantiza la circulación de los primeros y los últimos convoyes. Las dos franjas se cortarán cada día de lunes a viernes hasta el 31 de octubre. Mientras no haya servicio de tren, Renfe pone a disposición de los pasajeros autobuses hasta Vilafranca del Penedès cada media hora. Se trata del mismo dispositivo que la compañía aplicó entre los meses de enero y julio, también por obras del corredor ejecutadas por Adif.
En el primer día de corte ferroviario, muchos de los usuarios se han enterado del servicio alternativo en la estación de Sant Vicenç de Calders, donde tenían que coger un autobús para hacer su trayecto habitual. Es el caso de Andrea Pan, quien se ha tomado la situación desde la resignación para llegar hasta Martorell, un viaje que hace diariamente.
«Cuando llegue a casa por la tarde, miraré qué otras rutas hay, por si hay alguna mejor», ha afirmado a ACN. Buscar otro medio de transporte para ir al trabajo es la opción que ha tenido que escoger Toni Garcia, quien ha sufrido el retraso del último convoy de la R4. Este contratiempo ha provocado que tuviera que coger un taxi como un «plan C», ya que era la única opción viable para no llegar tarde.
Otros, se han molestado más, como M. Carme Martínez, quien ha ironizado sobre el hecho de que cogiera el tren que cogiera, llegaría tarde. «Salga a la hora que salga, siempre llego tarde. Cuando no se corta la circulación, no funciona el tren. Es una vergüenza», ha denunciado.
El servicio de autobuses que ofrece la compañía entre Sant Vicenç de Calders y Vilafranca del Penedès es la única opción para otros pasajeros como Cristina Vega, usuaria habitual de la línea. «Yo tengo ganas que la R4 funcione de una vez, porque si voy de Vilafranca a Barcelona tardo dos horas, es horrible», ha subrayado.
Con respecto a los sábados y domingos, la compañía explica que no habrá ninguna circulación entre Vilafranca y Sant Vicenç hasta el primer fin de semana de octubre. Lo que está previsto que se alargue más es la interrupción del servicio a la estación de l'Arboç, en la que no se paran trenes desde el 8 de julio. La previsión de Renfe es recuperar la actividad a partir del 3 de diciembre.
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