Propietaria de Clos Galena
Entrevista
Merche Dalmau: «En el mundo del vino cada vez hay más mujeres, pero no en cargos directivos»
La propietaria de Clos Galena da un repaso a los 25 años de la bodega, ubicada en El Molar y pionero en vinos ecológicos
En primer lugar, enhorabuena por los 25 años de historia de Clos Galena.
«Muchas gracias. Son días de celebraciones y muchas emociones. Queremos agradecer a todo el mundo como nos ha tratado durante estos años».
Su historia no ha sido un camino de rosas...
«La muerte el año 2013 de mi marido, Miguel Pérez, fundador de Clos Galena, fue un descalabro importante. Pero decidí salir adelante con el negocio, que era nuestra gran ilusión. Por suerte, he podido contar con personas que me han ayudado mucho. Estoy satisfecha del trabajo hecho».
Usted lidera el negocio desde hace 12 años. ¿Faltan mujeres en el mundo del vino?
«Cada vez hay más. Sumilleres, periodistas, enólogas... Pero es cierto que en cargos directivos hay muy pocas. El sector está cambiando, pero todavía hay trabajo a hacer».
Ahora, su hija se ha involucrado en el negocio familiar. ¿Cómo lo valora?
«Me hace muy feliz que haya decidido involucrarse. Ella estudió Dirección de Empresas y ya se está formando para impregnarse al 100% del negocio familiar. Ojalá pueda continuar y haya un relevo generacional».
La sequía es grave y os está afectando. ¿Corren tiempos difíciles?
«Lo estamos pasando mal, es cierto. Tenemos una bajada de producción del 50%. Necesitamos que el gobierno nos ayude. El Priorat necesita agua».
Hace un cuarto de siglo que elaboran vinos ecológicos. ¿Por qué decidieron hacerlos si todavía no estaban a la orden del día?
«Miguel lo tenía claro desde el principio y fuimos pioneros. Teníamos que dejar un futuro mejor a las nuevas generaciones, y el ecologismo era la manera de hacerlo. El tiempo nos ha dado la razón».
¿Cuál es el secreto de su éxito?
«Cuidar las viñas. Sólo podemos hacer el el mejor vino si tenemos la mejor uva. Intentamos que no haya más de un kilo de uva por cepa. Tenemos claro que si intentamos aumentar producción, la viña sufre y las cosas no funcionan».
Ha ganado numerosos premios e, incluso, el Formiga de Vellut se bebió en la gala de los Nobel del 2017.
«Nos ha hecho especial ilusión el premio en los The European Awards como bodega del año. Es un premio a la trayectoria. Y con respecto a los Nobel, fue una gran noticia que nos escogieran en la cata a ciegas».
Fue un impulso para las exportaciones, pero también creyó adecuado priorizar al cliente catalán. ¿Por qué?
«Dejamos de exportar el Formiga de Vellut porque queríamos priorizar los de casa. Fue una manera de premiar al cliente de siempre, no podían quedarse sin este vino. Nuestro deseo era que el mercado catalán se sintiera valorado y nos ayudara a aumentar el consumo en nuestra casa».
¿Eso le llevó problemas?
«Perdimos a dos importadores. Pero ya sabía que podía pasar, son riesgos que asumí».
¿Cómo están las exportaciones actualmente?
«El mercado europeo está cambiando. Estamos abriendo nuevos mercados, como la América Latina o el asiático».
¿Qué deseo tiene para los próximos 25 años?
«Seguir haciendo las cosas con ilusión y seguir trabajando. Escucharemos las críticas y aprenderemos. También tendremos que adaptarnos a los nuevos tiempos que vienen».