Diari Més

Sequía

El pantano de Riudecanyes a vista de dron evidencia los estragos de la sequía

Este embalse del Baix Camp y el de Siurana llegan a mínimos históricos y se sitúan al 0,6% y al 1,6%

La presa del pantà de Riudecanyes.

La presa del pantano de Riudecanyes.ACN

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Los pantanos de Riudecanyes y de Siurana son de los pocos embalses catalanes que no se han beneficiado de las lluvias de los últimos meses, como evidencian las imágenes de este jueves, también en dron en Riudecanyes. Mientras que la Baells (Berguedà) ha pasado del 25,4% en 2023 al 42,6% este octubre, o Sau (Osona) que ha aumentado en 4 puntos porcentuales la capacidad durante el último año, los pantanos tarraconenses siguen perdiendo agua y están prácticamente vacíos.

En Riudecanyes, el embalse se encuentra al 1,6% de su capacidad. Hace un año estaba al 4,2% y hace dos al 18,7%. En Siurana (Priorat) la situación todavía es más crítica. Actualmente, está al 0,6%. Hace un año tenía un 4,3% de agua y el 2022 un 8,20%, aunque en 2020 superaba el 85%.

La sequía extrema está haciendo estragos en comarcas como el Priorat y el Baix Camp, o también la Terra Alta. Las imágenes grabadas este jueves en Riudecanyes y Siurana evidencian los estragos de esta escasez hidrológica, que ha dejado al descubierto estructuras antiguas del fondo de los embalses. De hecho, prácticamente, ya no se aprecian las marcas que, hace unos años, indicaban hasta dónde llegaba el agua antes de la llegada de la sequía.

Un panorama que contrasta con la bonanza que están viviendo el resto de embalses catalanes en comparación con hace 12 meses. Según la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), la reserva media de las cuencas internas de Cataluña se sitúa al 27,6%, mientras que en octubre del 2023 estaba al 19,8%.

En este sentido, destacan las crecidas del pantano de Sau que ha pasado del 4,9% en enero al 21,1% actual. Sin embargo, hay que decir que después de las lluvias de la primavera de este año, este embalse de la comarca de Osona se situó en junio al 45,3%. De hecho, esta crecida del agua hacía inaccesible llegar hasta el pie de la iglesia de Sant Romà de Sau, tal como ha pasado durante los últimos años, en los que centenares de personas se han acercado para capturar una de las imágenes más icónicas de la sequía.

Otro de los embalses catalanes que ha aumentado su capacidad en los últimos meses es el de la Baells. Aunque empezó el año con un 21,2%, las lluvias de abril y mayo hicieron que llegara en junio con un 50,7% y que actualmente se mantenga en un 42,6%.

Siurana, al mínimo desde su construcción en 1971

Por el contrario, los pantanos de Riudecanyes y Siurana no han dejado de perder agua. Con respecto al de Siurana, este octubre ha caído por debajo del mínimo histórico, que fechaba de octubre de 1987. La capacidad de la infraestructura ha llegado al 0,6%, con un total de 0,08 hm3 embalsados, que es el volumen más bajo desde que empezó a acumular agua el año 1971.

El nivell de l'aigua al pantà de Siurana.

El nivel del agua en el pantano de Siurana.ACN

La situación crítica se está alargando, ya que los niveles cayeron por debajo del 10% en agosto del 2022 y ya no se ha vuelto a recuperar esta cota. Sólo dos años antes, y a causa del temporal Gloria, Siurana se mantuvo en torno al 90% el año 2020 y la primera mitad del 2021. Durante los primeros veinte años del siglo, el nivel medio ha sido de cerca del 60% de la capacidad total.

Riudecanyes en el nivel más bajo desde 1991

Por otra parte, el pantano de Riudecanyes también está en mínimos de las últimas tres décadas. Con un 1,6% de volumen embalsado (0,09 hm3), está prácticamente seco, a unos niveles que no se veían desde que en 1991 el porcentaje cayó hasta el residual 0,04%. La sequía en la zona ha propiciado que el embalse lleve desde febrero del 2023 por debajo del 10% de manera ininterrumpida.

Como el pantano vecino de Siurana, Riudecanyes también se llenó con el Gloria, se mantuvo unos meses en máximos en 2020 y después empezó a bajar, una tendencia que desde el verano del 2022 no ha tenido tregua. El nivel medio de agua en este embalse entre el 2000 y el 2020 se quedó en el umbral del 50%.

Los dos pantanos están muy por debajo de la media de las cuencas internas, que se sitúan aproximadamente en el 27,6% de su capacidad a finales del mes de octubre. La evolución de la red de embalses gestionados por la ACA es similar a Riudecanyes y Siurana, aunque siempre por encima. Ahora bien, la gran diferencia se ha visto este año, ya que el incremento del 15% al 35% de las reservas en el conjunto de los pantanos registrado esta primavera no se ha reflejado en ninguna de las dos infraestructuras tarraconenses, que han seguido bajando sin tregua.

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