Agricultura
La cosecha de avellana en el estado español caerá un 40% el próximo año, según las cooperativas
La FCAC participa en la reunión bilateral entre la UE y Turquía para abordar la evolución de la producción y los mercados
La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) prevé que la producción de avellana en el estado español caiga un 40% la próxima campaña 2024-2025, situándose en las 4.100 toneladas en caparazón. Según la entidad, estas cifras representan «un descalabro histórico en Cataluña y España en la producción de avellana» y se suman a la caída del 17% experimentada durante la campaña 2023-2024 pasada, que se ha cerrado con 6.800 toneladas.
La FCAC, en representación de Cooperativas Agroalimentarias estatales, pondrá sobre la mesa estos datos en el marco de la reunión, este lunes, de los países productores de avellana de la Unión Europea -España, Francia e Italia- con Turquía - principal productor mundial- para abordar la situación del sector.
El encuentro tiene que tratar la evolución de la producción, de los precios y el mercado de la avellana. La FCAC, como organización miembro del COPA-COGECA - entidad que reúne los sindicatos agrícolas y las cooperativas agrarias europeas-, participa junto con representantes de la Comisión Europea y una delegación del gobierno turco.
Las cooperativas catalanas están a la expectativa de conocer las previsiones de cosecha en Turquía y de la intervención del gobierno turco realizando compras públicas que ayudan a estabilizar el mercado de la avellana a nivel mundial.
El responsable de fruta seca de la FCAC, Josep Pere Colat, ha recordado que, por tercer año consecutivo, la sequía, sobre todo durante la primera mitad de 2024, ha hecho caer la cosecha y ha puesto en peligro la supervivencia de algunas plantaciones. También la falta de agua en zonas fuera de seca ha obligado a establecer limitaciones, como en las zonas los riegos por el pantano de Riudecanyes.
En este sentido, consideran que el cambio climático agrava los problemas sanitarios porque provoca la aparición de plagas emergentes perjudiciales en el cultivo. En muchos casos, además, no existen técnicas de control eficientes para hacerles frente.
En última instancia, recuerdan que un posible abandono del cultivo a las explotaciones tradicionales de secano comportaría riesgos ambientales relevantes, dado que el avellanar, aseguran, actúa como garante del equilibrio territorial en zonas donde ningún otro cultivo es viable.