Desmantelado un grupo criminal que robaba cobre a empresas de Tarragona

Los Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial Ponent (RPP) y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil oscense (UOPJ) detuvieron el pasado 27 de noviembre a ocho hombres, de entre 21 y 29 años, como presuntos autores de 28 robos con fuerza y un delito de pertenencia a grupo criminal.

Las detenciones son el resultado de una investigación iniciada en diciembre del año pasado cuando se empezaron a producir una serie de robos de cable eléctrico, cometidos con el mismo modus operandi, en empresas de Aragón y Cataluña.

Todas las empresas afectadas se caracterizaban por un uso intensivo de energía eléctrica en sus procesos de producción, como depuradoras de aguas residuales o deshidratadoras de forrajes, y por lo tanto disponían de una instalación de cable eléctrico relevante.

La sustracción del cable suponía unos daños muy importantes en las instalaciones fijas de las empresas, tanto de la instalación de distribución interna como en la acometida de conexión externa, donde llegaban a desenterrar las líneas para estirar el cable.

El mayor perjuicio, aparte de la reparación de los daños, se producía en la pérdida económica, el lucro cesante, debido al paro del proceso productivo, varios órdenes de magnitud superior al valor del cobre sustraído. En el caso de las depuradoras de aguas residuales, además, suponía la interrupción de un servicio público.

En una empresa de Bellvís (Lleida), con la ayuda de una excavadora, reventaron las canalizaciones y arquetas por donde pasaba todo el cableado. Sólo en esta empresa el valor de los daños sufridos superarían los 400.000 euros.

En Biescas (Huesca) robaron en la depuradora de aguas residuales. Sustrajeron gran cantidad de cableado y produjeron daños con un valor total de 20.000 euros. Debido a la cantidad de cobre sustraído tuvieron que dejar parte del botín en un escondite cerca de la depuradora. Gracias a eso los investigadores pudieron identificar uno de los vehículos utilizado por el grupo criminal.

Los robos evidenciaban una selección de los objetivos, una experiencia en este tipo de robos, el uso de maquinaria para liberar el cable y el trabajo coordinado de varias personas.

El grupo criminal residía en Madrid y se desplazaba hasta Cataluña y Aragón para cometer los robos

Les primeras gestiones realizadas ya apuntaron que se trataría de un grupo de ladrones, residentes en Madrid, que se desplazaban al lugar seleccionado.

De madrugada, robaban el cobre y, a primera hora de la mañana, ya vendían el material sustraído en un centro de reciclaje. Acto seguido, ingresaban el dinero en una entidad bancaria antes de volver a Madrid.

Ante este escenario se creó un equipo conjunto de investigación al coincidir las investigaciones iniciadas por Mossos y la Guardia Civil oscense.

A medida que avanzó la investigación pudieron concretar identidades de personas presuntamente relacionadas con los hechos. Se encontraban ante un grupo criminal, integrado por varios hombres que se iban alternando en los robos, con un núcleo principal de responsables que seleccionaban las empresas y coordinaban los asaltos.

Después de una primera detención en el mes de febrero de cinco de los implicados continuaron con una intensa actividad delictiva

En el transcurso de la investigación, los Mossos d'Esquadra ya detuvieron el 22 de febrero a cinco de ellos cuando iban a vender 500 kg cobre sustraído en un centro de reciclaje de Esparreguera (Barcelona). El material lo habían sustraído aquella misma madrugada de una empresa de Juneda (Lleida).

Los investigadores constataron que, una vez quedaron en libertad, continuaron con una intensa actividad delictiva. Con gran movilidad por todo el estado español se seguían desplazando desde su lugar de residencia de Madrid hacia Aragón y Cataluña.

Estos robos se iniciaron en noviembre del año pasado en una empresa de forrajes de Fondarella (Lleida) y continuaron en las provincias oscenses, Lleida, Barcelona y Tarragona. Las empresas afectadas son depuradoras, estaciones de bombeo, industrias alimentarias, deshidratadoras, metalúrgicas, de prefabricados de hormigón y de extracción de áridos.

Se da la circunstancia de que alguna de las empresas fueron asaltadas más de una vez.

Una vez recogidos los indicios suficientes el pasado miércoles, 27 de noviembre, se pasó a la fase final de la investigación con la detención de ocho personas en Madrid como presuntos autores, en diferentes grados de participación, en 28 robos con fuerza y pertenencia a grupo criminal.

Dos de los detenidos quedaron en libertad con cargos y el resto pasaron jueves a disposición judicial ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Arganda del Rey (Madrid).