Naturaleza
Este es el estado de los embalses y de los pantanos de Tarragona tras el paso de una nueva borrasca
Los embalses tarraconenses han crecido considerablemente con este nuevo episodio de lluvias
Los pantanos de la provincia de Tarragona son fuentes clave de agua para la agricultura, el consumo humano y el abastecimiento energético. En años de sequía prolongada, como los que se están viviendo en Cataluña en los últimos tiempos, los embalses tarraconenses han tenido problemas de capacidad y almacenamiento.
De hecho, en estos últimos meses, en los que se está viviendo una situación que afecta tanto a los usos agrarios como al consumo humano, se han aplicado diferentes restricciones para mejorar el problema de la sequía. Por ello, las autoridades y la Agencia Catalana del Agua gestionan de manera más estricta los recursos hídricos para optimizar el uso del agua.
Por embalses, la situación en Siurana (Cornudella de Montsant) ha mejorado considerablemente respecto a registros anteriores. De hecho, en noviembre, tras el paso de la DANA, la acumulación se encontraba en el 5,139% (0,628 hectómetros cúbicos). Ahora, la capacidad del embalse se encuentra en el 9,58% (1,17 hectómetros cúbicos)
En el pantano de Riudecanyes, tras el paso de la DANA en noviembre, se acumulaban 0,665 hectómetros cúbicos, un 12,481% de la capacidad actual. En estos momentos, y tras las precipitaciones que han caído estos últimos días, el pantano se encuentra en el 22,6% de su capacidad (1,20 hectómetros cúbicos).
Por último, entre los más grandes (por encima de 5 hectómetros cúbicos), en el embalse de Guiamets el paso de la DANA provocó una crecida de hasta el 9,06% de su capacidad. En estos momentos, el embalse supera el 10% de su capacidad (1,29 hectómetros cúbicos).
Por su parte, el embalse de Riba-roja d’Ebre, tras el paso de la DANA, creció hasta los 192,60 hectómetros cúbicos, o sea, el 93,73% de la capacidad total. En estos momentos, el embalse supera el 95% de su capacidad (198 hectómetros cúbicos).