Las ayudas de alto impacto de los Fondos Nucleares de 2024 se amplían en 3,8 MEUR y llegan a 22 proyectos

Empresa i Treball ha ampliado en 3,8 millones de euros las ayudas de alto impacto de los Fondos de Transición Nucleares de 2024, que ha distribuido ACCIÓ, la agencia para la competitividad. Estos recursos han beneficiado 22 proyectos de las áreas nucleares, y han generado una inversión privada de 13,6 millones de euros y la creación de 39 puestos de trabajo. Las ayudas de ACCIÓ de los Fondos del año pasado han llegado a 25,5 millones de euros para 76 proyectos que crean 251 puestos de trabajo.

Por otra parte, el secretario de Empresa i Competitivitat, Jaume Baró, ha asegurado que entre el viernes y el próximo martes se pagará el segundo anticipo de los Fondos Nucleares de 2023 y que los ayuntamientos tendrán más tiempo, hasta junio de 2026, para ejecutar las actuaciones.

El secretario de Empresa i Competitivitat, Jaume Baró, ha detallado que el Gobierno aprobó, a final de diciembre, todos los proyectos pendientes de los municipios de los Fondos Nucleares de 2023 y también una ampliación de las ayudas de la línea de alto impacto que ACCIÓ tiene para las empresas. 22 propuestas más han recibido ya el primer anticipo de estos más de 3,8 millones de euros para proyectos de alto impacto de los Fondos Nucleares de 2024. Por comarcas, son 11 proyectos beneficiarios en la Terra Alta, 4 en el Baix Camp, 3 en las Garrigues, 2 en la Ribera d'Ebre, 1 en el Baix Ebre y 1 en el Segrià.

68 millones más para los ayuntamientos

Baró también ha asegurado que entre el viernes 17 de enero y el martes 21 de enero se pagará el segundo anticipo de los Fondos de Transición Nucleares de 2023 a los ayuntamientos de las áreas nucleares. De momento, cobrarán 75 de los 96 consistorios de las zonas Penta y y II de Ascó y Vandellòs, que recibirán 60.470.882,86 euros, un poco más de 2 millones de euros para los municipios del Penta I y 452.000 euros para los municipios de Penta II. En el primer anticipo ya recibieron 174.000 euros cada consistorio.

Quedarán pendientes de pago 7,4 millones de euros a 21 municipios que han sufrido «alguna reformulación» en los expedientes de los proyectos presentados que se hizo en el mes de octubre. El secretario y presidente del órgano de gobierno de los Fondos Nucleares ha asegurado que ha habido que hacer «un ajuste contable» y que cobrarán en febrero. En la reunión del organismo de este miércoles en Tortosa, también se ha acordado ampliar hasta junio de 2026 el plazo para ejecutar las actuaciones de los ayuntamientos financiadas con los recursos del impuesto nuclear de 2023.

Los Fondos de 2023 también repartieron 13,25 millones de euros en ayudas de alto impacto y 4,1 millones de euros se otorgaron al COPATE (Consorcio de Políticas Ambientales de las Tierras del Ebro) para la promoción de la Reserva de la Biosfera y la instalación de una cincuentena de cargadores de alta capacidad para vehículos eléctricos.

Más dinero para 2024

Baró ha apuntado que de la liquidación de la mitad del impuesto nuclear ya hay «comprometidos» 49 millones de euros, pero previendo que la recaudación será muy similar a 2023, el Gobierno podrá distribuir al menos 40 millones de euros más. «El órgano de gobierno estamos trabajando por una estructura de inversión que tiene que pasar de una lista una pizca infinita de proyectos y microproyectos en paquetes grandes para las empresas, entes locales e inversiones en infraestructuras que son las que nos cambiarán el terreno de juego y realmente provocarán una transformación», ha adelantado al secretario de Empresa.

El organismo de gestión de Fondos Nucleares ha aprobado también la Secretaría Técnica que se desplegará en los siete consejos comarcales y la Red impulso que tiene que permitir «diseñar» las líneas de ayuda para los municipios del Penta I y II y las empresas que se prevé terminar en el primer semestre. «Hay una muy buena sintonía actualmente con todos los miembros del órgano de gobierno. Hemos cogido una velocidad que es muy buena», ha destacado Jaume Baró, que ha defendido que es el momento de clarificar en las empresas y la ciudadanía como se destinarán los fondos presentes y futuro para que se pueda promover una «transición» compartida de la actividad económica a las áreas nucleares antes de que cierren en 2031.