La Conca de Barberà, escenario de un curso de pasturaje

Tienen ya claro o meditan si se quieren dedicar a ser pastores, un oficio a punto de desaparecer fruto de la falta de relevo generacional y las dificultades estructurales que sufre el sector primario tal como lo conocemos. En la primera «cata» de pasturaje que organiza Concactiva para conocer de cerca el oficio han acudido a la Conca de Barberà una veintena de personas de toda Cataluña y de perfiles muy diferentes: desde aquellos que tienen un proyecto en mente, hasta otros que han tenido un primer contacto con el sector.

La respuesta ha sorprendido a los técnicos de la entidad organizadora y del Museo Terra, que también impulsa el proyecto. «Al inicio íbamos a ciegas y pensábamos que no generaría interés», ha afirmado Carles Herèdia, celebrando el éxito de la propuesta.

Pere Caselles es uno de los jóvenes que ha participado en el curso de pasturaje. En su caso, a pesar de ser mecánico de profesión, siempre le ha llamado la atención la gestión forestal. Por este motivo, hace un par de años decidió dejar el trabajo y trasladarse de Montblanc hasta Caldes de Montbui (Vallès Oriental), a la finca de unos amigos de la familia, para ayudarlos con el ganado y la limpieza del espacio. A diferencia de otros compañeros, Caselles tiene claro su proyecto: quiere tener un rebaño de vacas del albera destinadas a la limpieza de los bosques y no para la producción.

Desde hace un año, Caselles trabaja para impulsar la iniciativa. «Presenté la propuesta al Departament d'Acció Climàtica, pero como no es un proyecto de carne ni de leche consideran que sea un modelo a seguir», ha lamentado Caselles, asegurando que no lo han ayudado «en nada». «Te dicen que si no eres productor de carne, que si no pones treinta vacas y te la juegas, no puedes hacer la joven incorporación», ha detallado. Una inversión que Caselles ha optado por no asumir y ha decidido «empezar poco a poco con cuatro vacas y un toro, que vayan criando» hasta que pueda dedicarse «plenamente» en un futuro. De momento, pero tendrá que compaginarlo con otros trabajos.

«De hoy para mañana no puedes dedicarte a la ganadería», ha lamentado Casillas, refiriéndose a todas aquellas personas interesadas en el sector, pero que no vienen de una familia campesina. Sin embargo, ha asegurado que aunque empezar desde cero cuesta, él mantiene la ilusión y ha afirmado que pronto empezará con su proyecto de gestión forestal. De hecho, ya ha hablado con vecinos de Prenafeta, Blancafort y Montblanquet para limpiar sus fincas de manera altruista.

Piden una limpieza «profunda» de los bosques

La propuesta de Caselles es una de las más innovadoras que se han planteado durante este curso de seis sesiones impulsado por Concactiva y que se enmarca dentro del proyecto Escuela del Paisaje -promovido por el Museo Terra- con el fin de recuperar oficios antiguos, evitar el despoblamiento de zonas rurales, así como luchar contra los incendios forestales.

En este sentido, dos de los formadores del curso, Mireia Masalias y Armand Flaujat, han subrayado que el mal estado en que se encuentran los bosques hace que sea necesaria una limpieza previa y profunda, antes de que el pasturaje pueda ayudar a la prevención de los incendios.

«Ahora mismo, tal como están los bosques, no solucionaremos nada con un rebaño», ha lamentado Masalias, quien considera que la administración tiene que dar «facilidades burocráticas, para que los propietarios forestales no vean un impedimento a la hora de buscar a un técnico para hacer una limpieza y una buena gestión del bosque». «Una vez el bosque ya esté arreglado, entonces entramos un rebaño para mantenerlo y no tener que volver a invertir dinero en hacer una limpieza», ha añadido.

En este sentido, ha recordado que la mayoría de las fincas son de titularidad privada y, por lo tanto, ha pedido a la Generalitat que haga de nexo. «Hay bosques privados que no se sabe de quién son», ha afirmado Masalias, quien considera que «la administración tendría que ser quien buscara a los propietarios y les pones en contacto con pastores de la zona».

Una «cata» del oficio

Con respecto al curso, y a pesar de tener conocimientos previos, Caselles ha celebrado su creación. «Aunque te hayas dedicado, está muy bien, porque te ofrecen una visión más amplía del sector y puedes aprender otras maneras de hacer», ha añadido. Por otra parte, esta «cata» también ha contado con la participación de otras personas que nunca antes habían sido tan cerca de un rebaño y que se ha inscrito por curiosidad.

«Como información está muy bien, porque te da unas ideas básicas sobre qué es la ganadería extensiva y, a partir de aquí, puedes decidir si es el camino que quieres seguir o no», ha afirmado Flaujat. Una propuesta pionera que desde Concactiva han confirmado que ya hay gente interesada en futuras ediciones. De momento, los 25 alumnos actuales finalizarán este curso de seis sesiones y una duración de tres semanas el próximo miércoles 29 de mayo.

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