Castillos
La Colla Vella de Valls recupera la ida con carro hasta Vilafranca del Penedès por Sant Fèlix
El cap de colla de los rosados destaca la importancia de hacer actividades que «suman» para fortalecer la convivencia
Los castellers de la Colla Vella dels Xiquets de Valls han recuperado la tradición de ir con carro hasta Vilafranca del Penedès después de más de 30 años.
Desde primera hora de este lunes, tanto los pequeños como los grandes de la agrupación se han calzado las alpargatas para emprender la primera jornada del viaje. Ya han pasado por varios pueblos del Alt Camp y tienen previsto llegar a la Bisbal del Penedès por la noche, donde harán noche.
El cap de colla de los rosados, Manel Urbano, ha expresado que iniciativas como estas «suman» y sirven para fortalecer la convivencia entre los castellers. «La colla está en un buen momento tanto socialmente como castellerament, es interesante que los castellers vengan no sólo a hacer castells», ha asegurado.
Cerca de un centenar de miembros de la Colla Vella han empezado a recorrer a las siete de la mañana los 47 kilómetros que separan la capital del Alt Camp con la del Alt Penedès. Algunos de ellos lo han hecho vestidos de campesinos y con alpargatas mientras que otras han optado por ropa y calzado deportivo. De este modo, han rememorado la antigua tradición de sus antepasados de ir en carro hasta Vilafranca.
«Es importante que los más pequeños y jóvenes de la colla sepan que la Vella es algo diferente, que hace más de 200 años que hacemos castells, que seguimos una tradición que hace muchos años que se lleva en la sangre de mucha gente y, así, dar el punto de referencia histórica a aquello que no es estrictamente casteller», ha señalado Urbano. Así mismo, ha destacado que acciones como estas contribuyen a fortalecer los lazos entre los miembros de la agrupación.
Flori Martín tenía dieciséis años cuando la colla hizo la última ida en carro a Vilafranca y, en esta ocasión, ha querido repetir la experiencia. «Es una acción muy bonita para hacer colla y recordar a nuestros antepasados y, sobre todo, la función del viaje que era recoger a los castellers para hacer una buena fiesta de San Fèlix», ha remarcado el casteller. «Ahora, lo queremos todo instantáneo, saber que las cosas se consiguen despacio, como los castells, trabajando sin prisa», ha comentado Martín.
Comparte parecer, en Medi Celma, que ha participado por primera vez. Para este joven, la actividad los evoca a recordar lo que se hacía antiguamente. «Me gusta compartir ratos y hacer familia, es muy gratificante», ha afirmado.
Después de pararse en Alió para el almuerzo, los rosados han continuado el camino hasta Rodonyà, donde han hecho un pilar después de ser recibidos entre aplausos. Acabarán la jornada en la Bisbal del Penedès, donde pasarán la noche. Al día siguiente irán hacia Llorenç del Penedès y Santa Margarida i els Monjos, para llegar, finalmente, a Vilafranca del Penedès. En este municipio, harán una actuación simbólica, como se hacía antiguamente.
«San Fèlix es viernes, tenemos días para descansar y estar al 100% por la fiesta», ha aseverado Urbano. El cap no ha avanzado las construcciones que llevarán a plaza, pero ha hecho un llamamiento a sus castellers: «les pido que tengan ganas de hacer castells y la misma actitud de siempre». El esfuerzo y la ilusión de la caminata se volverán a repetir para la fiesta.