Patrimonio
Las dos cruces perdidas de la iglesia de El Milà
La Agrupación Cultural El Milà ha llevado a cabo una investigación sobre estos elementos que ya no están en el templo
Ahora hace diez años, los vecinos del pueblo de El Milà buscaban información sobre los orígenes de su iglesia, dedicada a Santa Úrsula, que se acabó de construir en 1914. Con motivo de su bendición cien años antes, la iglesia fue inmortalizada por el fotoperiodista tarraconense Hermenegild Vallvé (1893-1973), pero aquella fotografía nunca fue publicada. Así y todo, los vecinos de El Milà consiguieron localizarla en los archivos de la Biblioteca Nacional de España, donde estaba digitalizada la revista católica La Hormiga de Oro, editada en Barcelona entre 1884 y 1936. En uno de los números publicados el año 1914 encontraron la imagen y, comparándola con la iglesia actual, se dieron cuenta de que la fachada tenía dos cruces neogóticas que ya no están.
«Una estaba encima de las archivoltas y, la otra, en su cornisa superior, flanqueada por dos de los seis pináculos que se construyeron. Eran diferentes, a pesar de compartir un rasgo característico propio de las cruces surgidas en el arte gótico: la ornamentación de los extremos superiores», explica al periodista Xavier Pete, presidente de la Agrupación Cultural El Milà. Los motivos por los cuales las cruces ya no están, detalla, «no son claros», a pesar de apuntar que «podrían haber caído por el tipo de material con que se hicieron». No obstante, otros elementos, también de estilo neogótico, sí que se conservaron. Es el caso, por ejemplo, de aquellos seis pináculos que presiden la fachada del templo.
A raíz de aquel descubrimiento, la Agrupación Cultural El Milà, entidad que vela para difundir el patrimonio artístico local, presentará, este próximo domingo, 27 de octubre, una investigación centrada en estas dos cruces y en el resto de elementos decorativos que han existido en esta iglesia. El acto, que se hará a las 12.30 h, contará con la presencia del arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, y del escultor barcelonés Estanislau Feliu, autor de varias figuras de la fachada de la Pasión de la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Además de hacer de esta investigación, la Agrupación ha publicado un tríptico que invita a descubrir el Milà neogótico y ha puesto en marcha unas visitas guiadas pensadas para conocer los secretos de la fachada de la iglesia parroquial de Santa Úrsula. La presentación de este tríptico se hará el mismo domingo. Además, el mismo arzobispo de Tarragona presidirá una misa que se celebrará antes, a las 11.45 h.
Estos actos se enmarcan en la celebración de la Fiesta Mayor en honor de Santa Úrsula, patrona de la localidad.
La iglesia parroquial de Santa Úrsula de El Milà se acabó de construir con una clara intención de diseñar elementos de la fachada a partir del estilo neogótico, tal como pasó en sienes como la Catedral de Barcelona o el interior del Santuario de Núria. «En El Milà ya teníamos una iglesia gótica, pero se destruyó y quedó impracticable el año 1909. Se intuye que el hecho de preservar este estilo arquitectónico, que existió entre los siglos XII y XVI, en un momento en que el neogótico ya empezaba a dejar huella en Cataluña, impulsó que el arquitecto Josep Maria Pujol i de Barberà y los mecenas de la nueva construcción, entre los cuales estaba el mismo arzobispado de Tarragona y un rico propietario del Milà, decidieran que tenía que ser así», asevera Pete.
A raíz de la investigación que se ha llevado a cabo, y que se complementó con los planos de la iglesia localizados en el Archivo Histórico Archidiocesano de Tarragona (AHAT), también se ha sabido que al templo no se hizo un reloj, tal como estaba previsto en los planos, y que la campana tenía que ser tocada desde la plaza, ya que en las imágenes se aprecia una cuerda tirada desde el campanario.