Valls celebra el ritual completo de los Tres Tombs de Sant Antoni 46 años después de su recuperación

Una treintena de carros históricos y una setentena de jinetes han celebrado los Tres Tombs de Valls, que este año ha recuperado el ritual completo de la festividad de Sant Antoni 46 años después de su recuperación. Así, se ha reincorporado la Víspera, que ha incluido la petición de permiso para dar las Tres Vueltas en el marco del pasacalle de la víspera, el encendido de una hoguera y un baile.

«Fue una noche mágica, tuvimos un inicio de Tres Tombs apoteósico», ha afirmado a la ACN la relaciones públicas de la Sociedad de Sant Antoni, Tània Guasch. El recorrido de caballos y carruajes por las calles del barrio antiguo de la ciudad ha culminado un programa que también ha incluido una muestra con una decena de carros históricos expuestos en el Pati durante todo el fin de semana.

La celebración, considerada Fiesta Tradicional de Interés Nacional por la Generalitat, ha reunido carros, caballos, carruajes y jinetes en la capital del Alt Camp en uno de los Tres Tombs más matinales del calendario festivo catalán y el primero de la demarcación de Tarragona.

Como es habitual, el barrio del Fornàs ha sido el punto de partida del itinerario, donde la comitiva ha paseado la imagen de Sant Antoni, además de la bandera y el pendón de la asociación, los elementos más simbólicos de la fiesta. No ha faltado tampoco la bendición de los animales domésticos, que ha reunido todo tipo de bichos ante la iglesia de Sant Antoni.

En el itinerario tradicional para los carros, la dificultad más destacada se ha concentrado de nuevo en la doble curva, conocida popularmente como 'el vuelco del ayuntamiento'. Se encuentra justo en la bajada de la plaza del Blat y es donde los participantes tienen que demostrar la destreza, maestría y calma a partes iguales para guiar los carruajes y carros en uno de las curvas más cerradas y en que se coge más velocidad de todo el recorrido.

De hecho, este es uno de los puntos donde se concentra un público más numeroso, que vive con intensidad el momento. En esta ocasión, los participantes lo han superado con éxito bajo la atenta mirada de la multitud, que ha aplaudido a todos los jinetes.

Algunos, como Alba Llorach de Benicarló, hace años que vive la tradición desde dentro. En esta ocasión lo ha hecho encima de un potro, hecho que le ha sumado cierto nerviosismo. «No es fácil hacerlo, llevo desde los cuatro años haciendo el recorrido más complicado y me pongo muy nerviosa, porque tienes que estar concentrada,» ha señalado. Al momento decisivo, el carro guiado por su potro ha superado las dificultades de la doble curva, despertando la ovación de los presentes.

Reivindicación del pasado arriero más allá de los Tres Tombs

Valls ha recuperado por completo el ritual que rodea el conjunto de los Tres Tombs de Sant Antoni, 46 años después de su recuperación en la ciudad. La relaciones públicas de la Sociedad de Sant Antoni, Tània Guasch, se ha mostrado satisfecha de haber podido celebrar la totalidad de los ritos asociado a esta festividad, si bien en el 2022 se había avanzado en el pasacalle de la víspera.

Ahora, tres años más tarde, se ha conseguido cerrar el círculo con la organización del baile de Sant Antoni y el encendido de la hoguera el día previo a los Tres Tombs. Más allá de los Tres Tombs, durante todo el fin de semana se ha podido visitar la exposición 'Valls, Capital del Patrimonio de Carros' al Pati con ocho ejemplares históricos y únicos, propiedad de la Sociedad de Sant Antoni.

La muestra, planteada como un homenaje al pasado arriero de la ciudad, ha permitido ver de cerca más de un centenar de piezas históricas. El transporte de aguardientes y anisados, de pasajeros, coches fúnebres o de recogida de basura son algunos de los carros que se han expuesto en este punto.

Cuatro años de protocolo de bienestar y calidad

Por otra parte, este ha sido el cuarto año consecutivo que se ha aplicado el protocolo de bienestar y calidad de la Coordinadora de Tres Tombs de Tarragona. Desde la Sociedad a Sant Antoni han hecho un balance «excelente», si bien reconocen que los inicios costaron un poco.

«Tenemos una fiesta de calidad, tenemos una aplicación que permite comprobar el chip del caballo para saber si tiene toda la documentación en regla. Con el tiempo hemos ido mejorando, el primer año fue muy caótico, ahora con la digitalización de la información, con un minuto lo sabemos todo», ha aseverado Guasch.

Entre los requisitos está la obligatoriedad de que los équidos cumplan rigurosamente la normativa de bienestar animal, que los participantes vistan tal como marca la tradición y que luzcan las guarniciones indicadas para reflejar de forma fidedigna el aspecto que tenían estos elementos de transporte de mercancías y pasajeros hasta mediados del siglo pasado.