Sociedad
Vecinos de Valls protestan en el pleno por la degradación del barrio antiguo
La asociación vecinal reclama la protección de los inmuebles en mal estado y un mejor mantenimiento
Un grupo de vecinos del barrio antiguo de Valls irrumpieron este lunes en el pleno municipal del Ayuntamiento para «exigir dignidad» en su distrito. Con un casco de obras como complemento, los vecinos se manifestaron desde la calle Carnisseria hasta el Ayuntamiento denunciando el desgaste de la mayoría de inmuebles en el centro del municipio y pidiendo «casas seguras que no se hundan».
Esta acción fue promovida por la asociación vecinal Som Barri Antic y con el apoyo del Casal Popular La Turba. Los vecinos reclaman al consistorio hacer cumplir la ordenanza municipal para el mantenimiento de los solares, protección para los habitantes cercanos a los inmuebles más desgastados y mantenimiento adecuados de calles y plazas.
Esta no es la primera vez que la plataforma vecinal se moviliza contra la degradación del barrio, ya que esta reivindicación se ha llevado a cabo desde antes de la pandemia. De hecho, los manifestantes aseguran «seguir pidiendo lo mismo», apuntando que «el tiempo pasa, pero los problemas persisten». En esta línea, la asociación pide «acciones concretas e inmediatas más allá de los grandes proyectos».
En respuesta, la concejala de Urbanismo, Sònia Roca, recordó que el Ayuntamiento ha adquirido más de 20 inmuebles en el centro histórico. En declaraciones a Tac12, la concejala aseguraba que «los procesos burocráticos son más lentos de lo que nos gustaría».
En la misma línea, Roca señaló que la mayoría de grandes proyectos municipales han estado encaminados a recuperar y mejorar este barrio, poniendo como ejemplo Ca Padró o el Museo Casteller.
Además, como réplica a los manifestantes, el equipo de Gobierno propuso reprender la ‘Mesa de Barrio’, un organismo de diálogo entre los vecinos y el consistorio con el fin de encontrar soluciones. La asociación cogió este ofrecimiento asegurando que «si quieren hablar, nosotros estamos». Sin embargo, desde la plataforma no descartan hacer nuevas movilizaciones durante este año.
Casas que caen
Una de las cuestiones que ha reavivado la protesta vecinal fue el hundimiento parcial de una casa en la plaza de l'Oli el pasado mes de diciembre. La vivienda se encontraba abandonada y apuntalada por dentro y su hundimiento obligó a desalojar a seis personas de tres inmuebles cercanos, que se encontraban en riesgo.
Precisamente, este es uno de los puntos donde la concejala Sònia Roca asegura que se habían iniciado expropiaciones. La última diagnosis sobre el estado de cubiertas y fachadas en el centro histórico, publicado en el 2023, apuntaba que un 5,51% de los inmuebles presentaban patologías muy graves, mientras que las patologías de carácter grave representaban un 17,64%.
En concreto, un 9,6% de los edificios tenían problemas en su cubierta, sobre todo por humedades, tejas mal colocadas o roturas, acumulación de materiales y falta de mantenimiento. También, según datos del consistorio, un 48% de los inmuebles presentaban deficiencias de consideración en fachadas, aunque en niveles de gravedad muy diversa.