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La Audiencia Nacional pregunta en la fiscalía si ya se pueden destruir las pruebas de los atentados del 17-A

La sala penal también busca a los herederos del imán de Ripoll por si les tienen que entregar su furgoneta

Imagen del juicio del 17-a en la Audiencia Nacional.ACN

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La Audiencia Nacional ha preguntado en la fiscalía si ya puede destruir la gran cantidad de pruebas relacionadas con el procedimiento judicial de los atentados terroristas de agosto del 2017 en Barcelona y Cambrils. En concreto, el decreto del letrado de la administración de justicia del servicio de ejecutorias de la sala de lo penal avanzado ‘El Mundo’ y en la cual ha tenido acceso a la ACN, pregunta si se pueden destruir los ordenadores, tabletas, teléfonos móviles, tarjetas SIM, tarjetas y lápiz de memoria, cámaras de fotos, aparte de documentación, elementos para fabricar explosivos, vídeos y banderas de Estado islámico y otros objetos.

La Audiencia también pregunta a la policía donde son los vehículos de los condenados y los muertos, como la furgoneta de Abdelbaky Es Satty, el imán de Ripoll, dos turismos de los hermanos Abouuyaqub, la moto de Mohamed Hichami y los vehículos que los terroristas alquilaron para cometer los atentados. El decreto del letrado de la administración de justicia del servicio de ejecutorias de la sala penal pide a la policía que el vehículo se ponga a disposición de sus legítimos herederos. Una situación altamente improbable porque ninguno de sus herederos ha reclamado nunca el cuerpo del imán.

Algunas acusaciones han adelantado que se opondrán a la destrucción de las pruebas porque han presentado un recurso de amparamiento ante el Tribunal Constitucional (TC) porque quieren saber toda la verdad del caso, como por ejemplo, si el imán de Ripoll está realmente muerto o si colaboraba con los servicios secretos españoles. Por eso, si el TC les diera la razón, habría que continuar las investigaciones y sería necesario todo el material probatorio.

La ejecución de la pena llega después de que el noviembre pasado, el Tribunal Supremo rebajara de 8 años de prisión a uno y medio la pena para uno de los condenados por los atentados terroristas del 17-A en Barcelona y Cambrils. Se trata de Said Ben Iazza, condenado por haber dejado una furgoneta y un carné a los terroristas. La sala considera que no sabía las intenciones de los otros implicados y, por lo tanto, lo condena por imprudencia grave en un delito de cooperación con organización terrorista. En cambio, el tribunal rechazó los recursos de los dos condenados principales y también de las acusaciones. La Audiencia Nacional condenó a Driss Oukabir a 36 años de prisión y Mohamed Houli Chemlal a 43 años por pertenencia a organización terrorista, fabricación y tenencia de explosivos y de estragos y lesiones imprudentes.

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