El director de cine de Almoster, David Moragas, se estrena como escritor

El guionista y director de cine David Moragas (Almoster, 1993) se ha estrenado como escritor con su primera novela Fervor (La Magrana). Se trata de un libro de ficción que narra la relación de dos jóvenes que se embarcan en una relación romántica en Barcelona.

La historia también se convierte en un canto generacional que aborda otros temas como la amistad, la familia, el trabajo, la vivienda y también el paso a la vida adulta.

En una entrevista en ACN, Moragas asegura que se trata de una propuesta «accesible» en la cual ha encontrado «mucha libertad creativa». También remarca la importancia de la temática principal. «Estoy enamorado del amor como concepto, por mucho que me quiera resistir, no puedo dejar de pensar», subraya.

La historia que plantea Moragas empieza con el enamoramiento del protagonista de un chico, Bernat, que ve por primera vez en una charla en el CCCB. El libro va siguiendo a través de los diferentes capítulos su relación y, paralelamente, también se adentra en otros aspectos de su vida como el familiar, el laboral, el personal y el más íntimo, a través de este amor y de la sexualidad que lo acompaña. Todo ello nace, según el autor, de su interés por este concepto, desde un punto de vista sociológico y también psicoanalítico.

«El amor es una construcción antropológica que ha sobrevivido muchas transformaciones, y creo que como artistas es nuestro deber reflejarlo e invitar a pensar», afirma. Por otro lado, Moragas añade que lo hace de una manera muy próxima y abierta a un público muy variado, para que todo el mundo pueda entrar en la historia que propone. «Las cosas que explico son bastante universales porque todos hemos tenido un Bernat, todos hemos sido un Bernat», sostiene.

La novela también dispone de un fuerte componente generacional, que atraviesa sus personajes y que se denota a través de sus problemáticas, dinámicas y maneras de hacer. «Todos somos víctimas del mismo sistema, pero lo sufrimos de varias maneras, no solo como hombre homosexual blanco», recuerda. Aun así, admite que quería transmitir una sensación de «confort» abordando puntos en común que pueden tener las personas de edades similares, como por ejemplo la relación con las redes sociales, las nuevas estructuras familiares o las nuevas maneras de definir la felicidad.

En cuanto a la pareja que protagoniza Fervor, el escritor tenía claro que tenían que ser dos hombres. «Echo de menos una literatura catalana que hable de este tipo de historias», confesa, «un referente muy importante fue por ejemplo Els homes i els dies de David Vilaseca, que dejó un testamento muy importante de un lugar, de un momento y de un estado social». Por eso, para Moragues escribir, y también dirigir producciones con la homosexualidad en el centro no deja de ser una forma más de hacer «activismo».

Del cine a los libros

Si bien Moragas proviene del mundo del cine, reconoce que se ha sentido muy cómodo en esta primera inmersión en la literatura, que le ha dado más «libertad creativa». «A la hora de hacer una película hay muchos filtros, un presupuesto, un lenguaje... Fervor si hubiera tenido que nacer como una película no se habría hecho nunca», opina.

Aun así, no cierra la puerta a la posibilidad de una trasvase en cuanto al formato, puesto que reconoce que está muy a favor del formato transmedia y que recuerda que muchas producciones han pasado por libros, pantallas y teatro. De hecho, el mismo libro también hace un homenaje a muchas producciones con las que ha convivido el autor en algún momento como es el caso de Friends, Jet Lag y también Plats Bruts.

Además del proyecto literario, Moragas se encuentra implicado en el desarrollo de una serie para Netflix y está pendiente de su segunda película. «Mi sueño es seguir explicando historias», reconoce, «quizás haré otro libro, pero en todo caso de este ya vayamos por la segunda edición».

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