La leyenda del Calot de Cambrils cobra vida en un nuevo elemento del seguici

Ayer tarde, Cambrils se llenó de magia y tradición con la primera aparición de El Calot en los actos de la Fiesta Mayor de la Mare de Déu del Camí, el nuevo capgròs que se convertirá en un emblema de la Fiesta Mayor. La expectación era palpable entre los asistentes, especialmente los más pequeños, que esperaban con emoción la revelación de este nuevo personaje. Sentados delante del escenario, los niños no paraban de mirar hacia el telón, con los ojos brillantes y una sonrisa en los labios.

La compañía Traüt Espectacles representó la historia de la leyenda del Calot, que cautivó al público desde el primer momento. La leyenda habla de un carpintero de Cambrils que, un día, caminando por la riera, encontró una maza extraña. Al llevarla a su taller y utilizarla, la maza se rompió, y de dentro salieron monedas de oro.

La compañía recreó esta historia con un toque humorístico y misterioso, manteniendo a los espectadores con suspense hasta el final. Los actores, con trajes de la época y una escenografía sencilla, pero efectiva, consiguieron transportar a los presentes a otro tiempo, donde la magia y la realidad se confundían.

Justo al final de la obra, cuando los personajes se preguntaban qué había pasado con la maza y su riqueza, una música vibrante empezó a sonar. Los actores se retiraron hacia el fondo del escenario, mientras el público, expectante, giraba la cabeza buscando el origen de la melodía. Y entonces, como si saliera de un cuento, apareció El Calot en el balcón del edificio.

Su figura y su rostro con una maza de goma en la mano, sorprendió y alegró a todo el mundo. Con un gesto, se dirigió a la multitud que lo estaba mirando desde abajo con mucha expectación y, con una voz clara y profunda, proclamó: «Cambrilenses, ya estoy aquí». Estas palabras desencadenaron una ovación y gritos por parte del público, especialmente entre los niños, que hacía rato que gritaban su nombre y esperaban su llegada.

Desde el balcón, El Calot saludó a los cambrilenses, moviendo su maza de goma en un gesto medio amenazador, medio humorístico y cantando la marcha del Calot: «Todas las mazas duelen menos la del Calot, pues resulta que la maza estaba llena de oro». Su presencia imponente y la leyenda que le acompaña, dejó claro que este nuevo capgròs no sólo será una figura más, sino que se convertirá en un elemento clave de la fiesta y la cultura popular cambrilense.

Con esta primera aparición, El Calot marcó el inicio de una nueva tradición, prometiendo ser protagonista de muchos otros momentos festivos en Cambrils durante la Fiesta Mayor. Los Vilerus y Vileres, encargados de este proyecto, pueden estar satisfechos, la leyenda ha cobrado vida y ha llegado para quedarse. La Fiesta Mayor gana un nuevo símbolo y Cambrils un motivo más para celebrar su rica historia y cultura.