Meteorología
30 años separan la DANA de Valencia y la Riada de Cambrils
En octubre de 1994, la riera de Alforja en su paso por Cambrils se desbordó provocando a una víctima mortal
Este octubre se cumplen treinta años de una de las riadas más devastadoras de las últimas décadas en Cataluña: la de Cambrils de 1994. Este suceso trágico, en el que el desbordamiento de la riera de Alforja arrasó gran parte de la localidad del Baix Camp, ha quedado en la memoria como un recordatorio amargo de los riesgos de inundación en una zona con fuertes lluvias estacionales. Hoy, la actualidad nos trae otro episodio intenso de precipitaciones, esta vez en forma de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha golpeado Valencia con graves inundaciones, demostrando la continuidad y actualidad del riesgo meteorológico en el litoral mediterráneo.
La DANA de estos días ha afectado intensamente a la Comunidad Valenciana, dejando un panorama devastador en varias poblaciones y recordando los estragos del agua como fuerza natural que, a pesar de los avances en infraestructuras y prevención, sigue afectando intensamente a la vida cotidiana en la costa mediterránea. Igual que en Cambrils el año 1994, donde el desbordamiento de los torrentes generó una catástrofe de dimensiones colosales, la DANA de este año ha provocado innumerables daños materiales y ha alterado la movilidad, la electricidad y la seguridad en las zonas afectadas.
En el caso de la riada de Cambrils, el desastre se cobró una víctima mortal, Pere Torres Esteller. En la Comunidad Valenciana, la afectación personal ha sido mucho más elevada con 51 víctimas mortales confirmadas a estas alturas.
El 10 de octubre de 1994, a hacia las ocho y media, el agua ya sobrepasaba toda la zona canalizada. Las dos pasarelas peatonales se hundieron y en otros puentes se llevó las barandillas. La rambla Jaume I, hasta la plaza de Aragón, parecía un río. La plaza del Pòsit, la calle Sant Pere y otros adyacentes quedaron completamente cubiertos de barro.
Todo dejó un rastro de barro y destrucción. Los daños materiales se cuantifiicaron en 500 millones de pesetas. Las obras de reconstrucción del canal de la riera subieron a 300 millones de pesetas.
Los registros de precipitaciones fueron extraordinarios en las montañas de Prades y Montsant. En el observatorio de Alforja se registraron 419,6 mm en 34 horas. En otros observatorios se alcanzaron registros de 450 mm. En consecuencia, las crecidas de los ríos y rieras fueron inmediatas.
Aunque los patrones de estos fenómenos tienen diferencias en sus causas y desarrollo, la realidad es que tanto las riadas como las DANA son signos del mismo riesgo estructural en el cual está expuesto el Mediterráneo, caracterizado por periodos de sequía alternados con episodios de lluvias intensas y repentinas. Les dos situaciones ponen de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras de la región y la necesidad de incrementar los esfuerzos en prevención y en gestión de riesgos naturales.
Con el cambio climático, los expertos alertan que la frecuencia e intensidad de estos fenómenos podría aumentar, una preocupación que hace más necesario que nunca trabajar en medidas de adaptación y concienciación pública. En la sombra del recuerdo de la riada de Cambrils, las imágenes de estas semanas en Valencia son una prueba de la continuidad del riesgo y de la resiliencia necesaria ante los desafíos del clima en nuestro litoral.
RevistaCambrils.cat va publicar el passat 10 d'octubre, dia en què es van complir els 30 anys d'aquest dia tan marcat a Cambrils, una galeria d'imatges d'aquella recordada jornada. L'Ajuntament de Cambrils també ha creat una presentació per explicar en detall totes les afectacions de la Rierada de 1994.