Realizan trabajos de gestión forestal en la zona del futuro parque de las Montañas de Prades

La Diputació de Tarragona ya ha iniciado el proyecto Rumiar con la realización de trabajos de gestión forestal en varios términos municipales del futuro parque natural de las Montañas de Prades. De momento se está arreglando el sotobosque de 500 hectáreas de terrenos públicos y privados, y las próximas semanas entrarán rebaños para continuar las tareas de limpieza.

Los trabajos se están llevando a cabo en puntos estratégicos delimitados por los Bombers y el departamento de Agricultura de la Generalitat para prevenir los grandes incendios forestales. La diputada de Transición Ecológica de la Diputació de Tarragona, Carme Ferrer, ha remarcado que «gestionar el bosque es una oportunidad, una vía de crear economía y revertir el despoblamiento».

Vilaplana, en el Baix Camp, es una de las puertas de entrada del futuro parque natural de las Montañas de Prades. Estos días varios operarios están limpiando el sotobosque con motosierras y un tractor que trincha los arbustos que crecen a ras de suelo. Es el paso previo antes de que entren las manadas de ovejas, cabras y vacas para pacer y mantener limpio el bosque.

Esta actuación se enmarca en el proyecto Rumiar impulsado por la Diputació de Tarragona, junto con el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), la Asociación de Propietarios Forestales del Camp de Tarragona (BOSCAT), la Fundación Pau Costa y el organismo Concactiva. Tiene dos objetivos principalmente, por un lado, reducir el riesgo de incendio forestal y de la otra impulsar la actividad económica a partir de los recursos forestales.

«Se trata de religar y cerrar el círculo», resume la diputada. Ferrer también destaca que es «una manera de hacer ver a la gente más escéptica con el parque natural, que tiene cabida el desarrollo económico». «Qué podemos sacar del bosque aparte de madera», se pregunta la responsable de Transición Ecológica. El programa quiere dar respuesta a esta cuestión fijándose en alimentos como la miel, la trufa y las hierbas aromáticas, por ejemplo.

El alcalde de Vilaplana, Josep Bigorra, ha subrayado la importancia que la Diputació de Tarragona se ponga al frente de proyectos como este, puesto que los municipios pequeños «no tenemos recursos ni la capacidad para llevar a cabo proyectos de esta envergadura».

Para hacer estos trabajos forestales, se han contratado a ocho jóvenes como peones para formarlos y darles una salida laboral. Ferrer reconoce que es un perfil laboral necesario en el territorio, pero que carencia. Además, gracias al desbroce, los técnicos están redescubriendo el bosque. A modo de ejemplo, en Vilaplana han encontrado construcciones de piedra seca como por ejemplo una cabaña que no se sabía de su existencia.

Terrenos privados

Una de las peculiaridades del proyecto es que no solo se actúa en terreno público, sino que también en fincas privadas. Aproximadamente se intervendrá en las parcelas de 200 propietarios. Ferrer ha remarcado el papel «fundamental» de los ayuntamientos a la hora de conseguir el visto bueno de los propietarios para hacer estos trabajos.

Bigorra ha comentado la tarea de investigación de estos familiares, algunos sin vínculos en el pueblo. Por ejemplo, para encontrar unas propietarias que tienen un trozo de bosque a Vilaplana, tuvieron que hablar con el Ayuntamiento de l'Esquirol, en Osona, y acabaron situando las vecinas a Sevilla.

Ganadería extensiva

Una vez acabados los trabajos forestales, once rebaños empezarán a pacer. Desde la Fundación Pau Costa apoyarán a los pastores. Por ejemplo, los facilitarán un plan de pasto, con indicaciones de manejo por la extensión de terreno. Víctor Gil, técnico de la Fundación Pau Costa, ha remarcado «el impacto positivo sobre la biodiversidad» de esta ganadería extensiva. Además del trabajo que hacen para prevenir y mitigar futuros incendios forestales.

Muchos de los pastores de las Montañas de Prades son jóvenes, «esta juventud nos tiene que inspirar para salir adelante proyectos de buena gestión», ha dicho Gil. Se trata de un plan piloto previsto durante dos años gracias a la financiación de los fondos Next Generation. Desde la Fundación Pau Costa insisten de la importancia que «los pastores puedan seguir accediendo en las zonas estratégicas el máximo de tiempo posible»; también una vez se haya acabado Rumiar. Gil destaca que gracias a este programa los ganaderos reciben un «pago justo» por los servicios que prestan a la sociedad.

Ferrer ha insistido que los pastores tienen que poder «cerrar el círculo». Además del pasto, ha explicado que Concactiva pondrá en marcha una quesería en uno de los espacios de la agencia de desarrollo comarcal de la Conca de Barberà.