Política
Junts lo deja todo abierto en Cambrils
Junts afianza su apoyo en Enric Daza y mañana anunciarán que harán a raíz del expulsión de Daza del gobierno municipal
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Los liders de ERC, ECP, Junts y PSC en Cambrils durante el pacto del 2023.
Cambrils atraviesa esta semana la enésima crisis en el gobierno municipal después de que este lunes se formalizara la expulsión de Enric Daza, portavoz de Junts y concejal de Urbanismo, del ejecutivo. De momento, el equipo liderado por Alfredo Clúa se ha quedado con diez concejales, a uno de la mayoría, pero este número se podría ver todavía más reducido.
Durante la comparecencia sobre la expulsión de Daza, el alcalde extendió la mano a las otras dos concejalas de Junts, Laura Mellau y Teresa Recasens. Ante esta propuesta, Junts per Cambrils optó por un silencio prudente y una decisión «sosegada», indicaban desde el partido. La respuesta tardó un día en aparecer y, ayer, Junts enviaba un comunicado donde defendía la «confianza plena» en el destituido Enric Daza y en su «compromiso con la ciudad».
Eso sí, el comunicado no aclaraba las dudas sobre el futuro de las otras dos concejalas, de las que sólo decía que «seguirán trabajando para defender los intereses de Cambrils». Preguntados por la posible continuidad de Mellau y Recasens en el ejecutivo, desde Junts aseguraban que «se estaban planteando todas las opciones», sin descartar ni la permanencia ni la marcha de las concejalas.
No obstante, fuentes cercanas al grupo municipal de Junts per Cambrils apuntan que hoy mismo se anunciará la renuncia de las dos concejalas en su cargo, que pasarían a formar parte de la oposición junto con Daza. Este escenario plantea un gobierno municipal con todavía más minorías, con sólo ocho concejales por los trece del otro lado.
Mientras tanto, la sensación del gobierno municipal es de aparente calma. «Todo pasa y tal día hará un año», ironizaba Neus Càrdenas, concejala de Promoción Económica por Esquerra Republicana de Cataluña. La edil quitaba hierro así a la situación vivida durante los últimos meses dentro del consistorio antes de la presentación de las jornadas de galera y alcachofa en el municipio. «A veces cuando se cierra una puerta, se abre una ventana», remataba en referencia a los posibles cambios dentro del Ayuntamiento.
La situación actual del gobierno pone en riesgo que ERC asuma, como estaba pactado, el último año de alcaldía. Para entregar la vara a Camí Mendoza sería necesario el voto de una mayoría en el consistorio, así que los de izquierda tendrán que convencer a los juntaires o buscar nuevas alianzas.
Todo el apoyo a Daza
Lo que sí que afianzó ayer el grupo de Junts fue «el absoluto compromiso» con Enric Daza, de quien descartan ninguna dimisión ni del partido, ni del acta. El grupo municipal defiende que sus concejales «han trabajado incansablemente por el bienestar de todas y todos los cambrilenses» y «seguirán luchando por un futuro mejor para la ciudad».
Si se materializa el éxodo de Junts del gobierno municipal, se tendrá que ver qué papel juegan en la oposición. Nou Moviment Ciutadà, el partido ganador de las elecciones y liderado por el exalcalde Oliver Klein podría ver aumentada la posibilidad de una moción de censura.
El cambio de gobierno sería posible si el partido de Klein, Junts y el PP se pusieran de acuerdo, aunque esta vía parece poco probable. Hacer otros cálculos de alianzas es hacer política ficción, pero con la deriva de los últimos años en Cambrils, parece que todo es posible.