Diari Més

Arqueología

Los arqueólogos confirman que la cueva de los Xaragalls tenía un uso sepulcral durante más de 4.000 años

Les excavaciones han permitido recuperar e inventariar más de 7.000 restos esqueléticos humanos

Excavaciones de los investigadores del IPHES-BÚSQUEDA en la cueva de los Badenes, en Vimbodí y Poblet.ACN

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Les excavaciones arqueológicas al yacimiento de la cueva de los Xaragalls, en Vimbodí y Poblet (Conca de Barberà), han permitido el equipo de investigadores del IPHES-CERCA confirmar que el espacio tuvo un uso sepulcral a lo largo de más de 4.000 años. El equipo dirigido por Miguel Ángel Moreno, Josep Vallverdú, Alfredo Suesta y Antonio Rodríguez trabajó en una nueva campaña entre el 4 y 22 de diciembre pasados. La investigación ha permitido recuperar e inventariar más de 7.000 restos esqueléticos humanos, además de gran cantidad de restos de animales, fragmentos de recipientes cerámicos y objetos ornamentales que demuestran el empleo desde el neolítico hasta la edad de bronce, entre hace 7.000 y 3.000 años.

«Sabemos que esta cavidad era utilizada como cueva sepulcral, era un cementerio donde iban depositando los cuerpos de los difuntos y se utilizó para eso durante milenios, lo cual genera un gran depósito de cadáveres humanos», ha apuntado a Rodríguez. Este uso continuado con finalidades sepulcrales ayudará a entender los cambios en la sociedad de cada momento y también al tratamiento de la muerte en los diferentes periodos.

En este sentido, el también director de la excavación, Alfredo Suesta, afirma que «en los contextos funerarios en cueva, donde los mismos espacios han sido reutilizados durante milenios, uno de los retos más complicados es intentar documentar los diferentes modos de entierro llevados a cabo por las poblaciones que, sucesivamente, ocuparon el territorio».

Después de varias campañas de excavación dedicada a acondicionar el acceso a la cavidad y limpiar la superficie interior de sedimentos removidos por la actividad furtiva, se ha conseguido documentar niveles arqueológicos intactos y muy ricos en restos arqueológicos holocenes tanto en el testimonio estratigráfico de la Boca C como a la nueva superficie de excavación, de unos 20 metros cuadrados, de la Boca B. Estas nuevas superficies de excavación, según el IPHES-CERCA, permitirán a los investigadores conocer en profundidad el uso de la cavidad por parte de las diferentes poblaciones humanas que ocuparon este territorio.

Junto con el material recuperado en el marco del proyecto de investigación actual, el equipo investigador ha integrado también el análisis sistemático del material procedente de la actividad furtiva anterior y que se encuentra depositado en diferentes museos del territorio. Particularmente relevando, apuntan desde el IPHES-CERCA, es el cráneo calado cedido por el Museo de la Vida Rural de l'Espluga de Francolí el año 2020 y del cual se está llevando a cabo uno profundizado análisis paleopatológico y tafonómico.

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