Agricultura
Los productores del trigo de mestral de la Conca de Barberà encadenan un segundo año de malas cosechas
La variedad segada es muy apreciada por los panaderos artesanos para hacer un pan «de mucha calidad» y de proximidad
Los agricultores que producen trigo de mestral en la Conca de Barberà tendrán por segundo año consecutivo una mala cosecha por la sequía. Empezaron a plantar este trigo hace cinco años en colaboración con la Federación Provincial de Panaderos de Tarragona para que los elaboradores pudieran hacer un pan «de mucha calidad» y de proximidad a partir de la harina generada también en la demarcación.
Una decena de campesinos plantan 250 hectáreas del cereal, que en un año bueno podrían dar unos 750.000 kilos. Algunas estimaciones apuntan que este año la reducción será de más del 30%. «Es un trigo que al campesino no le da un plus de rendimiento y hemos cogido los años peores, pero con ilusión lo sacaremos adelante», ha dicho Jordi Corsellas, presidente de Coperal.
Coperal es la cooperativa que con unos 1.200 socios agrupa la gran mayoría de los productores de trigo de la Conca de Barberà, Alt Camp y buena parte de la Segarra y Anoia. Las pruebas que llevaron a cabo los hicieron apostar por el trigo de mestral. «Buscábamos el valor añadido y habíamos visto que hacía buena calidad de harina», ha apuntado Corsellas.
Si bien el trigo de mestral es una mezcla de diferentes variedades, la que más buen resultado ha dado es la denominada acuirassada. Es una variedad «más tardía, que se tiene que sembrar más tarde y esto también ayuda a combatir las malas hierbas», ha concretado.
El presidente del Gremio de Panaderos de Reus y miembro de la Federación Provincial de Panaderos de Tarragona, Ramon de la Fuente, ha indicado que «es una harina muy versátil». «Nos permite trabajar con varías funciones y tipos de elaboraciones de pan, y cada panadero puede elaborar su pan con la misma harina pero a su manera», ha concretado.
De toda la producción, unos 8.000 kilos se los quedan los panaderos de la demarcación. De la Fuente ha lamentado que a pesar de los esfuerzos de las entidades son pocos los elaboradores que apuestan por usar la harina de proximidad. «Cuesta mucho convencer, pero para nosotros estos pocos céntimos que vale de más, compensan, porque el producto acabado es muy bueno», ha valorado, y ha añadido que los consumidores «lo aprecian». Así pues, el resto de la producción de trigo, Coperal la destina a hacer piensos u otros tipos de harina.
Inicio de la siega
En la Conca de Barberà la siega del trigo empezó por San Juan y está previsto que acabe a finales de julio. Aun así, el hecho que la acuirassada sea una variedad más tardía ha hecho que este martes Coperal y los agricultores hayan escenificado en un acto el inicio de la siega del trigo de mestral. Lo han hecho en el campo de pruebas que tienen a las afueras de Santa Coloma de Queralt y además de los impulsores también han asistido representantes de la comarca.
El presidente del Consell Comarcal de la Conca de Barberà, Joan Canela, ha afirmado que los representantes políticos tienen que «trabajar para que se conozca el producto» y para ayudar al campesinado a eliminar burocracia. «Os lo tenemos que poner más fácil porque el futuro del país es su producto y el territorio», ha afirmado. Por su parte, la directora de los Servicios Territoriales de Acció Climàtica en el Camp de Tarragona, Glòria Tibau, ha apuntado que próximamente se abrirán líneas de subvenciones para promocionar los productos de proximidad.