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Medio ambiente

La sequía pone en peligro 2.000 hectáreas de cultivo de los regantes del Baix Priorat

La comunidad reclama al Estado que haga obras de emergencia para poder captar agua del Ebro y salvar los árboles

Campo de cerezos muertos por la sequía, en la Sierra de AlmosCedida

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La Comunidad de Regantes del Baix Priorat asegura que la sequía los hizo perder 29 MEUR de facturación el año pasado y ahora pone en peligro las 2.000 hectáreas de sus cultivos. Los agricultores obtienen el agua del pantano de los Guiamets (Priorato), que está prácticamente seco.

De las 600 familias que dependen del agua del embalse, hay algunas que ya han abandonado al campesinado. De hecho, el año pasado murieron la mitad de los cerezos, y, si la situación no se revierte, «se tendrán que arrancar los cerezos porque morirán prácticamente todos», indicó Miquel Escoda, presidente de la entidad.

Con respecto a la viña, el año pasado la producción «bajó una media de entre el 54% y el 62% en función de las variedades» y en algunos lugares ya empezaban a morirse. Este año ya se están encontrando con un nuevo indicio que las cosas no van bien.

«Les viñas empezaron a brotar y parece que estén bien, pero estamos observando que la brotación está parando y la planta no hará el ciclo vegetativo con normalidad», afirmó. Por su parte, los almendros tuvieron «un rendimiento muy bajo», remarcó Escoda.

Más allá de la escasez de lluvias, la principal causa de esta situación límite son las fugas de agua que hace años hay en el embalse de los Guiamets, desde donde obtienen el agua.

Este embalse, con las lluvias del temporal Glòria del 2020, quedó a un 95% de su capacidad. Según Escoda, tenían que ser bastantes reservas para «seis o siete años», pero hoy día está al 3%. «Nosotros estamos gastando 1 hm3 anual, pero el embalse pierde 2,5 hm3 cada año», especificó.

Posibles soluciones

Eugeni Vecino, secretario técnico de la Comunidad de Regantes del Bajo Priorat, explicó que la opción más rápida y viable es la de hacer la cañería para captar agua del Ebro y conectarla a la red de los regantes.

Si el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) declarara la obra de emergencia «estaría hecha en tres meses», Si se optara por la vía de urgencia, «se acortarían los plazos», pero las obras no començaroien hasta inicios del 2025.

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