Diari Més

Agricultura

Tormenta perfecta en el Priorat: «es una temporada de extrema anomalía y excepcionalidad»

La sequía arrastrada hace bajar la producción un 50% y el consumo del vino desciende

Imatge de raïm de la DOQ Priorat

Imagen de uva de la DOQ PrioratJosé Carlos León Ercilla

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La campaña de la cosecha de uva ha arrancado ya en casi todo el territorio catalán. Un año más, esta vendimia viene marcada por la fuerte sequía que sufren las viñas, cuestión que hace prever una temporada mucho menos productiva que la de años anteriores.

Según los datos aportados por el sindicato Unió de Pagesos, las viñas del Penedès y del Camp de Tarragona tienen una producción de entre 1.500 y 5.000 kilogramos por hectárea. Estas cifras están muy por debajo de la media y empeoran las del 2023, una temporada que ya fue de muy baja producción.

En el Priorat, la zona vitivinícola más destacada de la demarcación de Tarragona, los datos aportados por el sindicato tampoco son muy esperanzadores. En la DO Montsant se prevé una cosecha de entre 3.000 y 4.000 kilogramos por hectárea, cosa que supondría un 50% menos de producción que la última campaña. En la DOQ Priorat se estima una producción de entre 500 y 1.500 kilogramos por hectárea, aunque podría llegar a los 4.000 en zonas de Porrera y Morera del Montsant.

Esta situación crítica la constata Salus Àlvarez, presidente del Consejo Regulador de la DOQ Priorat, quien define la arrancada de esta temporada como «de extrema anomalía y excepcionalidad».

El presidente constata una perdida importante de la cantidad de uva recogida en esta temporada. Sin embargo, coge las previsiones con prudencia, explicando que «la sequía ha afectado especialmente a la zona con una cosecha más temprana», motivo por el cual los datos iniciales siempre son más preocupantes que las del global de la vendimia.

De hecho, según las cifras de control pesadas por el Departamento de Agricultura, en comparación con la cosecha del 9 de septiembre de 2023, en la DOQ Priorat se ha recogido un 68% menos que el año pasado. Álvarez espera revertir estas cifras durante la segunda parte de la vendimia, la cual se espera más productiva. No obstante, el responsable del Consejo Regulador considera que la producción total puede quedar entre un 35% y un 50% por debajo de la de la anterior campaña.

Les cifras no mejoran a la DO Montsant, donde la cosecha hasta el 9 de septiembre representa un 53% menos que la del año pasado por estas fechas. Pilar Just, presidenta de la DO Montsant, estima que los datos globales se situarán entre un 40% y un 45% menos de media en esta vendimia. Justo considera esta situación como «dramática», recordando que el problema principal viene de una sequía arrastrada donde «muchas zonas del Priorat están a un 20% de la precipitación normal por año».

Por su parte, Álvarez recuerda como en los últimos cinco años sólo ha habido dos temporadas buenas de cosecha, la del 2021 y la del 2022. El resto de los años desde el 2019 han representado una producción por debajo de la media.

El presidente destaca como estos años consecutivos de sequía han sometido a las viñas a una gran cantidad de estrés hídrico, haciendo que la realidad de los campos sea cada vez más crítica.

Se la industria de una comarca

La presidenta de la DO Montsant destaca que «la situación es extrema en el Priorat porque es una región donde no existe otra alternativa». Hay que recordar que la agricultura representa entre el 75% y el 80% del PIB de esta comarca, y una parte relevante de este porcentaje es el cultivo de la viña. Para Justo, la situación actual poner en riesgo «la viabilidad que la gente se gane la vida» y, en consecuencia, «el futuro de la comarca».

Estas palabras son constatadas también por Salus Álvarez, quien considera que «más que una industria, el vino es un modo de vida por la región». El presidente afirma que este sector es «un trabajo artesano donde muchas familias viven», además de un «elemento socializador» para los pobladores del territorio.

Bajada del consumo

Al grave problema de la sequía tenemos que sumar otro elemento para hacer esta dramática ecuación. Durante los dos últimos años, se ha vivido a escala mundial una significativa caída al consumo de vino tinto, uno de los principales productos del Priorat. Un exceso de producción durante años anterior y una bajada del interés entre mercados como el catalán por este producto hacen que la situación económica se ponga todavía más en riesgo.

El presidente de la DOQ Priorat añade otros elementos problemáticos a la actual situación. Álvarez afirma como todavía arrastran las consecuencias de los 40 millones de botellas fraudulentas que se comercializaron entre el 2019 y el 2021 y generaron «graves problemas económicos en el sector».

Además recuerda que la tensión geopolítica de la guerra de Ucrania ha encarecido muchos costes y es un hecho que «todavía se hace notar» en una industria que trabaja con dos años de previsión.

Delante de eso los presidentes entrevistados coinciden en decir que es necesario conseguir «potenciar la percepción de los vinos autóctonos entre el público catalán y del resto del estado español». Salus Álvarez considera necesario recuperar «la marca de prestigio que tiene el Priorat», explicando a la gente «lo que hay detrás de cada botella de vino».

De manera similar, Pilar Just manifiesta que «Cataluña tiene que ser un país maduro que consuma sus propios productos». La presidenta relata que «todo aquel que se ha querido acercar a la región y lo ha conocido ha quedado enamorada», motivo por el cual considera que se tiene que potenciar la comarca del Priorat como «una de las grandes regiones vitivinícolas del mundo».

Les dos DO representan para Justo un fenómeno casi único en el mundo agrario, con un modelo de bodegas a pequeña escala que trabajan para hacer un producto muy identitario. Esta manera de vivir y trabajar para el vino de la región es precisamente lo que los dos responsables destacan como uno de sus grandes puntos fuertes. Un modelo que ahora temen que desaparezca si no hay una viabilidad económica detrás.

La sequía, imagen del Festival Terrer

La sequía extrema de la comarca ha sido el motivo principal del Festival Terrer Priorat, una de las referencias culturales de la región. El director, Blai Roses, ha querido hacer énfasis en la «situación sin precedentes que vive la viña», remarcando que esta supone «la perdida de un patrimonio muy valioso». 
Con diferentes imágenes del estado actual del campo, elaboradas por Ferran Estivill a partir de fotografías de archivo, desde el festival han querido retratar esta extrema situación en su web y las diferentes publicaciones imprimidas. El objetivo de esta acción es la de «hacer hablar de un tema primordial para la comarca», acentuando el peligro que supone para «una economía genuina fruto del trabajo y el esfuerzo de generaciones». Rosas invita a la gente esta cita, celebrada entre agosto y diciembre, para disfrutar de una región «singular y frágil».
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