El Priorat en Persona celebra quince años impulsando la comarca en el imaginario literario del país

El proyecto Priorat en Persona (PEP) celebra quince años impulsando la comarca del Priorat en el imaginario literario del país. El PEP es un programa del Centro Quim Soler con Roser Vernet al frente. Nacido en el 2009, se hace de manera bianual y consiste en el convite de seis autores de los Países Catalanes en el Priorat. 

Todos ellos visitan la comarca acompañados de los adalides, personas locales que les enseñan un añico de este territorio. El año siguiente, los autores vuelven para compartir sus textos a los centros escolares y a los prioratins. De esta manera, se elabora un diccionario abierto con conceptos y palabras relacionadas con la comarca y la experiencia de los creadores. Vernet destaca a la ACN la necesidad de construir este relato sin «tópicos».

El diccionario Priorat en Persona está a punto de superar el millar de entradas. Ya cuenta con 935 palabras, 121 de las cuales de la última edición que se cierra este fin de semana. Hay palabras diversas como «margenada», «palanca de Poboleda» y «ranciejar», entre otros. Lo han elaborado 47 autores diversos como Mercè Arànega, Dolors Miquel, Josep Pedrals i Xènia Dyakonova.

La Xènia ha participado este año. «Para mí siempre es un gozo descubrir sitios nuevos, del Priorat sólo conocía Escaladei», confesa. Explica que ha sido una «bocanada de aire fresco», ella sólo sabía de la fama vitivinícola del territorio; «como todo el mundo», añade. Y ha quedado fascinada, por ejemplo, por las pinturas rupestres de Capçanes.

«No sabía ni que existieran», exclama. También ha encontrado interesante la manera de charlar de los prioratins. «La expresión 'fa com a por' lo utilizan muchísimo, eso en Barcelona no lo decimos», indica. O nombres propios de herramientas agrícolas como «pollagana»,

«Me ha encantado sobre todo a la gente, es muy acogedora, y nos ha presentado su tierra con mucha estima», señala la autora a la ACN. Una de las entradas que también ha insertado es 'Sabaté, Ot'. «Al Ot le gustan mucho los animales. / Bien hecho! Son más simpáticos que los chavales / humanos: hay bastante de recordar que un día / nos cargamos a los neandertales...».

De alumnos a adalides

El Ot es alumno de segundo de bachillerato del instituto Priorat, en Falset. Este año ha sido uno de los adalides, después de haber participado en la edición anterior como alumno. Y es que el Priorat en Persona también llega a los centros educativos de la comarca. En el año de retorno, los literatos visitan las escuelas y los institutos para compartir las crónicas de su paso por la comarca, mientras los alumnos también presentan sus creaciones artísticas hechas a partir de los escritos de los mismos autores foráneos.

El Ot ha sido adalid con Gabriela Leva, que también es alumna del instituto. Llevaron el año pasado los autores hasta Sant Gregori, una ermita engastada en una roca de arenisca encendida, a pocos kilómetros de Falset, porque tienen «muchos recuerdos», explican. Es donde iban de pequeños de excursión, a celebrar cumpleaños.

Los dos coinciden en que «les ha gustado mucho», a pesar de no estar involucrados en el mundo literario. El Ot dice que «ha sido bonito enseñar a escritores reconocidos nuestros rincones y vivencias pasadas». Coincide con la Xènia afirmando que el PEP aporta una «nueva visión», ya que normalmente la comarca se la conoce por los vinos. «Describir el Priorat desde una vertiente literaria y artística es una nueva expresión», relata al adalid.

En las escuelas los niños y los adolescentes hacen talleres con los autores, y también salen a hacer caminatas para recorrer las palabras descritas por los escritores. «Los textos que tienen en frente hablan de su territorio, por lo tanto, la manera de interpelarlos es otra», subraya Vernet. «Se trata de aprender a mirar la propia realidad y lugar de una manera diferente. Eso contribuye a alimentar una autoestima que no esté basada en los típicos tópicos», reflexiona el alma del proyecto.

Futuros adalides

El proyecto tiene el futuro asegurado. Después de la sesión de retorno al instituto, Roser expone a los alumnos la posibilidad que el próximo año sean adalides. Antes de que acabe de decirlo, ya hay manos levantadas como voluntarios. Ellos son el Nahuel Peri, la Dària Puig y Mariona Prous, cursan cuarto de ESO y primero de bachillerato. «Haremos segundo de bachillerato y tendremos trabajo, pero será una experiencia bonita poder enseñar nuestra casa, nuestro territorio a la gente extranjera, y que puedan aplicar su arte», dice la Dària.

Este año han plasmado los textos de los autores en láminas de pintura, añadiendo también algunas de las figuras retóricas que han estudiado a clase. El Nahuel se lleva una experiencia «enriquecedora». Piensan que los visitantes «han captado bien la esencia» del Priorat. «Creo que les ha gustado y me alegro de que hayan podido descubrir este territorio», señala a uno de los estudiantes. «Nos ha gustado muchísimo ver cómo personas de fuera ven nuestra tierra, nuestro talante y nuestra manera de ser,» añade el Nahuel.

El Priorat, poco presente en el imaginario literario

Roser explica que el Priorat «es un territorio poco presente en el imaginario literario del país». Por eso, hace quince años que creó el PEP. «Es un espacio donde se tiene que existir, porque si no existes, todo lo negativo se vale. Se puede construir un imaginario de cualquier tipo a partir de tópicos», avisa.

«Con este proyecto pretendemos que no sean los tópicos los que marquen este conocimiento, sino la experiencia de la gente de la comarca que los acoge», comenta. Además, Vernet destaca la «el cruce de miradas» que «enriquece la mirada de unos y de los otros», concluye.