Sostenibilidad
Gepec y PDE se oponen a llevar agua del Ebro al pantano de Siurana
La condición de los ecologistas para hacerlo es acabar con los trasvases del Siurana al Riudecanyes
A pesar de las lluvias de las últimas semanas en el territorio catalán y la mejora sustancial en embalses como el Foix, la situación en el Baix Camp y Priorat tan sólo supone un breve respiro. El pantano de Riudecanyes asciende hasta el 19,6% y el Siurana al 8,5%, unas cifras que parecen malas, pero que son positivas teniendo en cuenta que hace meses bordeaban el 2% los dos.
Así y todo, antes de llegar estas lluvias, a inicios de año ya se empezaba a hablar de llevar agua desde la cuenca del Ebro hasta el Siurana para hacer frente al estado de los pantanos. Esta opción cobró fuerza hace un mes cuando el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya, Òscar Ordeig, visitó el Priorat y se reunió con varios alcaldes de la comarca.
Entre los diversos anuncios hubo que el Govern trabaja en el proyecto de suministro de agua de regadío del río Ebro para poder ampliar la superficie de riego de la cuenca del río Siurana en 4.500 hectáreas. Además, también se explicó que se estaba acompañando a la Comunidad de Regantes para tramitar la concesión de agua ante la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para poder regar la zona que queda por debajo del embalse de Siurana.
No obstante, esta opción no está vista con buenos ojos desde entidades ecologistas como el GEPEC o la Plataforma en Defensa de l'Ebre (PDE). Desde el Gepec ya se mostraron contrarios a esta idea desde el pasado mes de enero, argumentando que consideraban «intolerable» que se utilizara el agua del río Ebro para «sacar adelante proyectos inadmisibles e insostenibles» como son el Hard Rock o Lotte.
Un hecho en el cual desde la PDE se muestran de acuerdo. «Mientras el Siurana esté conectado al Riudecanyes no tiene ningún sentido que pida agua al Ebro», sentencia contundentemente Susanna Abella, portavoz de la PDE. «No es porque nos oponemos a llevar agua del Ebro a otro lugar, en la Terra Alta nunca nos hemos opuesto, pero es el motivo. Si lo enviamos a Siurana será para que acabe en el Riudecanyes y tape la nefasta gestión del agua que se ha hecho».
Por lo tanto, Abella marca como condición para poder hablar sobre hacer llegar agua del Ebro al Priorat acabar con esta concesión. No obstante, valora que «una vez el Priorat disfrute de su agua no creo que hiciera falta el agua del Ebro».
Por otro lado, el punto en común de ecologistas, Comunidad de Regantes e instituciones es la estación regeneradora de agua del EDAR de Reus que tiene que entrar en funcionamiento el año 2027 y que tendría que ser la solución definitiva. Esta tiene que permitir a los campesinos regar y al Riudecanyes no tener que depender tanto del Siurana y, quizás, acabar con el conflicto histórico.