Navidad
Todo a punto para encender la Casa de la Navidad del Catllar
Enrique Quero y Pedchy Ramos siguen con la tradición de decorar su casa al estilo de la Navidad norteamericana
Justo el día siguiente de Todos los Santos, Enrique Carcomo y su pareja Pedchy Ramos empezaron a trabajar en la decoración de Navidad de su casa, una vivienda a pie de calle situada en el Catllar. Hace más de diez años que empezaron con la tradición de decorarla al estilo norteamericano, y el sueño se les ha ido haciendo grande. Este año, cuentan inaugurar la decoración de manera oficial este viernes, 8 de diciembre, y el día antes todavía están rematando los detalles.
«Durante todo el año vamos ahorrando todas las monedas de dos euros para invertir este dinero en la decoración», explica el Quique. El resultado es un espectáculo grandioso formado por muñecos, guirnaldas y más 23.000 bombillas LED que ya han convertido la casa en un lugar de peregrinaje cuando llegan las fiestas.
El protagonista indiscutible de este año, sin embargo, será una figura que tiene que llegar este mismo jueves, procedente de Valencia. Se trata de una galleta de jengibre que ha sido elaborada en los talleres de Mininot, donde trabajan los mejores artistas y maestros falleros de Valencia. Esta figura, que es única en el mundo, ha sido creada siguiendo los mismos procesos que se hacen con los muñecos de las Fallas valencianas. Junto con esta pieza, los del Catllar también tienen previsto estrenar una nueva figura del Cascanueces que toca el timbal.
Las luces de la que ya se conoce como La Casa del Nadal del Catllar se pondrán en marcha este viernes, con una fiesta que contará con la presencia de Jordi Ruiz, alcalde del Catllar, Ángel Juárez, presidente de Madre Terra Fundación Mediterránea, la Stomboli Jazz Band y el mismo Papá Noel.
Desde entonces, y hasta el 15 de enero, la casa estará decorada (y, por la noche, iluminada). «Normalmente, acabábamos pasado Reyes, pero este año nos han pedido que lo alarguemos unos días más», detalla Enrique.
Ya hace más de una década que esta pareja celebran la llegada de las fiestas con esta iniciativa. Y para muchos vecinos pero también gente venida de fuera, ir a ver La Casa del Nadal del Catllar ya se ha convertido en una tradición. «Muchas veces salimos a comprar y cuando volvemos nos encontramos con gente o incluso grupos que se detienen delante de la casa para hacerse fotografías», explica con un punto de orgullo Enrique.
Después, pasado fiestas, les quedará el trabajo de recoger y guardar todo el despliegue que habrán realizado. Por suerte, afirma Quique, deshacer toda la decoración es mucho más rápido: «Si para montarlo estamos dos meses y medio, para sacarla lo hacemos en unos diez días».