Sucesos
Los narcotraficantes detenidos en Altafulla el miércoles ayudaban a otras organizaciones a entrar hachís
La investigación arrancó por la interceptación de los 3.410 kilos de hachís en la playa de La Mora de Tarragona
La Guardia Civil ha dado por finalizada una larga investigación sobre 3.410 kilos de hachís intervenidos en la playa de La Mora de Tarragona el octubre del año pasado y que el miércoles acabó con seis detenidos en Altafulla. Los investigadores han descubierto que la banda, además de traficar con droga ayudaba a otras organizaciones a introducir la droga en la costa mediterránea. A raíz del material e información que se tenía desde la intervención, así como de todo lo que los investigadores han recopilado el último año, a primeras horas de la mañana del miércoles, un amplio dispositivo de agentes de varias unidades hicieron tres cacheos en Altafulla, dos al núcleo y uno en el barrio marítimo, con seis detenciones, y un cacheo en Murcia, con una detención.
El domicilio de Murcia es una finca que por lo visto era utilizada como “guardería”, lugar donde las organizaciones trasladan la droga después del desembarque hasta la distribución posterior. La persona detenida en la finca de Murcia, fue encontrada escondida en un ‘zulo’ de grandes dimensiones, oculto detrás de una librería.
Según los indicios recopilados, los detenidos, además de llevar a cabo otras actividades relacionadas con el tráfico de drogas, colaboraban con varias organizaciones criminales proporcionando “apoyo logístico” para introducir grandes cantidades de hachís al Estado, por medio de embarcaciones de alta velocidad, ‘narcolanchas’, que transportan la droga desde el norte de África hasta la costa mediterránea.
A estas siete personas detenidas, se las relaciona con el intento de entrada de los 3.410 kilos de hachís, que el grupo investigador interceptó en noviembre de 2022 en la playa de La Mora y se los atribuyen delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. Asimismo, se intervino una pistola con el número de serie borrado, perfectamente municionada para ser utilizada de manera inmediata, una carabina de aire comprimido, un aparato de detección de frecuencias profesional, un GPS, numeroso material informático y de telefonía y 13.055 euros en metálico.