Diari Més

Carreras

Vuelve el gran espectáculo hípico del país

Este domingo 21 de enero se celebra una nueva edición del Cos de Sant Antoni de Vila-seca, una de las carreras de caballos más importantes del Estado y las únicas de Cataluña

Una de las carreras de la edición del año pasado.Gerard Martí

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Los mejores jinetes de todo el estado español se volverán a ver las caras en Vila-seca este próximo fin de semana, en el marco del Cos de Sant Antoni, Elemento Festivo Tradicional de Interés Nacional, que se celebrará en el Circuito Urbano del Parque de la Torre d'en Dolça de Vila-seca.

La cita tiene como principales atractivos la presencia de una veintena de caballos pura-sangre ingleses, más de 30.000 euros en premios y un espectáculo de primer nivel para el público asistente, que podrá disfrutar de tres carreras hípicas y apostar por su caballo ganador. Todo, con acceso libre y gratuito.

El circuito abrirá puertas a partir de las 11 de la mañana, hora en la que también se pondrán en marcha las paradas de artesanos.

La primera carrera, Premi Torre d'en Dolça, de 1.700 metros, arrancará a las doce del mediodía. Media hora después, a las 12.30 h, se dará el pistoletazo de salida del Gran Premio Ayuntamiento de Vila-seca, con una distancia de 2.500 metros. Finalmente, la tercera carrera, Premio Patronato Municipal de Turismo de Vila-seca, de 1.700 metros, se celebrará a las 13 h. Como es habitual, el público asistente podrá contemplar las competiciones de pie junto a la valla que circunvala el circuito hípico vilasecano, disfrutando del espectáculo hípico de muy de cerca.

Les carreras de Vila-seca están reglamentadas por el Jockey Club Español de Carreras de Caballos y se pueden considerar como profesionales, de la misma manera como pueden serlo en Madrid, Donostia o Sevilla. Los hipódromos de estas ciudades, igual que el circuito de Vila-seca, reúnen el calendario oficial de competiciones hípicas en el Estado español. En el caso de Vila-seca, la asistencia a las carreras es multitudinaria: en los últimos años se han llegado a reunir en la Torre d'en Dolça cerca de 10.000 personas, que además de contemplar las carreras, pueden hacer apuestas –de poco importe– y disfrutar animando a sus caballos ganadores.

Se tiene constancia de la celebración del Cos de Vila-seca desde finales del siglo XIX, gracias a un documento recuperado de 1876, en el que se describe cómo era la competición y los premios que se entregaban. Las caballerías, después de haber sido bendecidas, y cuando acababa la procesión se congregaban en la Casa de la Vila. Acto seguido, el rector de la parroquia tiraba una bandera al aire y el jinete que lo atrapaba tenía que salir corriendo, perseguido por el resto de competidores. Iban hacia las cuatro carreteras y a la vuelta daban un paseo en torno al municipio por la plaza de Sant Antoni, calle de la Presó, calle de Sant Josep, por la plaza de Manyà y calle Major.

El ganador era el que atravesaba primero la línea de meta, y como trofeo se llevaba un cordero. El segundo en llegar, recibía cuatro pollos; el tercero cuatro cocas; y el cuarto, cuatro cebollas y un manojo de ajos. Las carreras, en diferentes formatos y con diferentes recorridos, se siguieron haciendo en Vila-seca durante el siglo XX. Desde el año 2001 las carreras se celebran en el actual Circuito Urbano del Parque de la Torre d'en Dolça, después de una renovación y adaptación del parque por parte del Ayuntamiento. A partir de aquel momento ya empezaron a atraer a los mejores jinetes españoles.

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