La Pobla de Mafumet realiza su tradicional visita y plegaria en el monolito de la Virgen del Lledó
La estructura está ubicada en el interior del recinto de la compañía Dow
Cerca de 200 vecinos de la Pobla de Mafumet se desplazaron ayer por la mañana hasta las instalaciones de Dow en el polígono norte para llevar a cabo una de las tradiciones más arraigadas en el municipio, como es la visita y plegaria en el monolito de la Virgen del Lledó que, desde hace 42 años, se levanta al interior del recinto de la compañía. Este acto tuvo lugar, como siempre, en el marco de la Fiesta Mayor de invierno que el municipio dedica a su patrona.
La comitiva vecinal fue encabezada por el alcalde, Joan Maria Sardà, y diversos de los concejales municipales, así como por el rector de la parroquia pobletana, Mn. Joan Antoni López Díaz-Cano, junto con los cerca de 200 vecinos que quisieron participar del encuentro. Todos ellos fueron recibidos por Ignasi Cañagueral, Director del Complejo Industrial de Dow Tarragona; Julia Echevarría, Directora de hidrocarburos de Dow Nord; y por una representación del personal de Operaciones de la planta.
Una vez reunidos, anfitriones e invitados compartieron la tradicional ofrenda floral y plegaria en el monolito de la patrona del municipio para, seguidamente, protagonizar la fotografía de recuerdo de un encuentro que finalizó con una comida de hermandad.
Antes de finalizar el encuentro, Ignasi Cañagueral manifestó que «un año más nos supone un gran placer recibir los vecinos y vecinas de la Pobla en nuestras instalaciones, para celebrar un acto tan emotivo como es la visita al monolito de la Virgen del Lledó, que nos permite compartir un agradable rato con la comunidad que nos rodea y, también, mostrar qué hacemos y cómo lo hacemos».
Por su parte, Joan Maria Sardà se mostró «agradecido que, un año más, Dow nos abre sus puertas para celebrar una de las tradiciones más importantes de nuestro pueblo, en un acto que nos permite seguir fortaleciendo los vínculos que tenemos como sociedad y perpetuar, un año más, el recuerdo de la antigua ermita de nuestra patrona».
En este sentido, el monolito recuerda de una manera simbólica el lugar donde, hasta el año 1801, los escombros de la ermita de Sant Joan del Codony acogieron la imagen de la Virgen del Lledó, una talla de madera del siglo XIII que actualmente es venerada en la iglesia parroquial del municipio.