Diari Més

Creixell y Roda de Berà intentan frenar el aumento de vertidos incontrolados de restos vegetales en la vía pública

Los ayuntamientos retiran contenedores, interponen multas a los profesionales de la jardinería y hacen un llamamiento al civismo

El alcalde de Roda de Berà, Pere Virgili, la alcaldesa de Creixell, Montserrat Muñoz, y el concejal de Servicios y Comercio, Jaime Serret, en uno de los puntos donde ha crecido el vertido de restos vegetales de Creixell.ACN

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Los ayuntamientos de Creixell y Roda de Berà (Tarragonès) tienen que hacer frente a una proliferación de los vertidos incontrolados e irregulares de restos vegetales durante los últimos meses. El incremento de la presencia de restos en los puntos habilitados para industriales y jardineros en los respectivos municipios se ha visto agravado porque también se tiran otros residuos, como inodoros, colchones o trastos. Delante de eso, el gobierno de Roda de Berà ha tomado la decisión «drástica» de retirar los 33 contenedores de la vía pública para obligar a los profesionales a llevar los residuos al centro de reciclaje. Eso ha acabado trasladando el problema a la localidad vecina de Creixell. Los consistorios piden civismo y ya han interpuesto dieciséis sanciones este enero pasado.

El Ayuntamiento de Roda de Berà reorganizó el servicio de recogida de restos vegetales a principios de este enero ante la situación de «desbordamiento» que sufrían. Su alcalde, Pere Virgili, ha explicado que recogían los desperdicios vegetales tres veces por semana de los 33 contenedores que habían habilitado. «Hacíamos 100 contenedores de poda a la semana, los vertidos de pequeños industriales los colapsaban, aparecían siempre muchos voluminosos; eso nos costaba más dinero que reciclar la misma poda», ha lamentado el alcalde. De hecho, calculan que el vertido «indebido» ha supuesto que el coste del tratamiento de estos residuos se haya incrementado hasta un 130%.

Por eso, desde el equipo de gobierno han decidido retirar todos los contenedores y centralizar el servicio de recogida de la poda en el centro de reciclaje, donde tanto los vecinos como los empresarios del sector de la jardinería pueden depositar los restos - hasta 200 kilos al día. Virgili ha subrayado que tanto Roda de Berà como Creixell tienen una casuística urbanística muy similar, con casas unifamiliares y aisladas, hecho que comporta que se genere mucha poda en estas poblaciones. «Somos conscientes de eso, lo que intentamos es perseguir y localizar sobre todo a aquellos industriales no legalizados, que hacen el servicio de jardinería como segunda actividad,» ha indicado.

El alcalde de Roda de Berà ha explicado que empezaron a sufrir los vertidos incontrolados cuando El Vendrell retiró los contenedores destinados para estos residuos de la zona costera. Eso ha creado un efecto dominó entre los municipios de esta área, ya que la problemática se ha trasladado hasta la población vecina de Creixell, justamente en el momento que el consistorio de Roda también ha optado por la retirada de los contenedores. «Hemos visto incrementados los residuos desde que Roeda y Torredembarra han sacado sus puntos de recogida de poda; la gente cívicamente nos pasa fotografías de los vehículos y estamos procediendo a sancionar», ha afirmado la alcaldesa de Creixell, Montserrat Muñoz.

Se cuadruplican los residuos

Asimismo, el concejal de Servicios y Comercio de Creixell, Jaime Serret, calcula que los desperdicios depositados se han multiplicado por cuatro desde finales de diciembre. Por lo cual, están haciendo un estudio de todos los industriales de la localidad con el fin de controlar dónde llevan los restos. También han puesto en marcha una campaña de concienciación para revertir la mala praxis en los ocho contenedores que tienen ubicados estratégicamente en el municipio. «Queremos reconducir el tema y que la gente entienda que este servicio es para el ciudadano y no para el industrial; el propietario tendría que ser más exigente con su jardinero y pedirle que le lleve el documento que demuestre que ha depositado los residuos en la planta de tratamiento», ha añadido la alcaldesa.

Aunque Muñoz confía en que no serán necesarias acciones «más drásticas», tampoco las descarta, si no se soluciona la problemática. Por ahora, no tienen cuantificado el sobrecoste de estos vertidos porque no les ha llegado las facturas de las últimas descargas de los residuos del Consejo Comarcal, pero ha señalado que el incremento ha sido «notable». También ha supuesto un sobrecoste para las arcas municipales del consistorio de Roda, que estudia llevar a cabo la prueba piloto -ya hecha-de la recogida de puerta a puerta de podas pequeñas.

Empiezan a sancionar

El Ayuntamiento de Roda de Berà ha interpuesto diez denuncias desde principios de año. El año pasado, abrió 27 expedientes sancionadores e hizo 51 advertencias. La ordenanza de civismo y convivencia ciudadana prohíbe vaciar, verter o depositar cualquier tipo de residuos en la vía pública. Estas infracciones comportan sanciones de hasta 750 euros. En el caso de Creixell, las multas pueden ir desde los 300 a los 600 euros. Tienen prevista una modificación de la ordenanza para endurecer estas penalizaciones. Según datos del consistorio, este año, ya han puesto seis sanciones.

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