Medio Ambiente
Limpian cerca de 34 hectáreas forestales quemadas en el incendio de la Nou de Gaià de septiembre
La acción permitirá mejorar la regeneración natural, evitar plagas y proteger las carreteras y las vías de tren
Ramas quemadas en el incendio del pasado septiembre en la Nou de Gaià.
El Departament d'Acció Climàtica, conjuntamente con el propietario de la finca y ayuntamientos, han trabajado en la tala de árboles y la limpieza de cerca de 34 hectáreas forestales, de las más de 40 que se quemaron en el incendio de la Nou de Gaià (Tarragonès) del pasado septiembre. La actuación, que empezó en febrero, permitirá la regeneración natural del espacio y evitar la presencia de plagas, así como proteger las carreteras y las vías del tren, ya que «muchos árboles estaban a punto de caer a la catenaria», según ha subrayado Carlos Miranda, jefe de Sección de Bosques de Tarragona.
La acción se enmarca dentro del Plan de prevención de incendios de una zona que engloba 25.000 hectáreas y considerada de alto riesgo por el elevado número de personas que habitan allí.
El pasado 22 de septiembre un incendio quemó más de 40 hectáreas forestales entre los municipios de la Nou de Gaià (38,29 ha), la Vespella de Gaià (5,37 ha) y la Pobla de Montornès (6,46 ha), todos ellos en la comarca del Tarragonès. A pesar de que el incendio se dio por estabilizado cuatro horas después del inicio, los Bombers no lo dieron por extinguido hasta el 28 de septiembre, ante la acumulación de combustible grueso y solo orgánicos profundos.
Cinco meses más tarde, el Departament d'Acció Climàtica, conjuntamente con el propietario de la finca y los ayuntamientos afectados, entre los cuales también se incluye el de Salomó, han trabajado en la limpieza de 34 hectáreas. Todo ello, se ha hecho con el objetivo de reducir el riesgo de plagas, mejorar la regeneración natural y proteger la erosión de la zona, así como reducir el impacto paisajístico, eliminar los riesgos en infraestructuras -tanto en la carretera T-202, como la vía del tren Barcelona-Picamoixons- y facilitar la futura gestión forestal del espacio.
Zona muy habitada
Según el jefe de sección de Bosques de Tarragona, Carlos Miranda, este espacio forestal ya estaba incluido dentro del Plan de prevención de incendios (PPI) de la zona de protección preferente del sector de las Tierras del Francolí y el Baix Gaià, que engloba una superficie total de 25.189 hectáreas. «Es trata de la zona más habitada de la demarcación de Tarragona», ha subrayado Miranda, quien ha añadido que «esto hacía necesaria una planificación estratégica».
Uno de los aspectos más demandados por los ayuntamientos era la adecuación de la franja auxiliar estratégica asociada a la carretera T-202, aprovechando la presencia de áreas agrícolas en activo y otros recientemente abandonadas, para reducir la carga de combustible a quemar en caso de incendio forestal. De este modo, y en caso de que se iniciara un nuevo incendio en episodios de viento del noroeste o de incendio topográfico de sur, se podría reducir la superficie potencial a quemar en aproximadamente unas 500 o 700 hectáreas. «Queremos confinar o delimitar los potenciales incendios en unas 500 hectáreas como máximo», ha detallado Miranda.
De hecho, el alcalde de Salomó, Xavier Ferrando, ha recordado que «una carretera siempre es un lugar de peligro para que se inicie un incendio, pero a la vez es un buen lugar para prevenir la propagación de este incendio». Por este motivo, ha celebrado que se trabaje en la gestión de la franja forestal alrededor de las carreteras del territorio.
Por su parte, la alcaldesa de la Nou de Gaià, Josepa Figueras, ha asegurado que la actual sequía incrementa los incendios forestales «por muchos planes que haya» y, por lo tanto, considera que «hay que presionar las administraciones, para que actúen en la deforestación y la tala de pinos y aumentar los cortafuegos».
PPI, a la espera de aprobación
Finalmente, y en cuanto al Plan de prevención de incendios de la zona, Miranda ha afirmado que el documento ya ha pasado por la evaluación ambiental estratégica y que «está a punto de ser aprobado» por parte del consejero de Acción Climática, David Mascort. A pesar de la carencia de aprobación, ha subrayado que hace años que se trabaja y que ya se han realizado varias actuaciones.