Furius Baco: la atracción de PortAventura World que presenta más problemas

La atracción Furius Baco de PortAventura World se ha convertido en un quebradero de cabeza para el parque temático. El motivo principal son las fuertes vibraciones que existen en la atracción y que, tras varios años de desgaste, han provocado que varios usuarios hayan sufrido molestias musculares e incluso dolor de cabeza.

De hecho, varios usuarios se han referido en redes sociales a las vibraciones de esta atracción como «insufribles» o «mortales». El motivo de dichas vibraciones sería un fallo en el diseño estructural de sus trenes que, a esas velocidades, no son capaces de absorber todas las imperfecciones que hay en la vía y las traduce a los viajeros que están situados en los puntos más alejados de la vía, tal y como explica Jerez Coaster Adventures.

Por este motivo, los pasajeros que se sientan en los extremos de Furius Baco tienen una experiencia más dolorosa y agitada que los que se encuentran cerca de la vía. Ahora bien, el principal problema radica en que su fabricante (Intamin Amusement Rides) ya no comercializa este modelo y, al tratarse de un prototipo, no existe una solución viable para el parque, que debería reformar y renovar toda la estructura de la atracción -una opción inviable económicamente- o bien cerrarla para siempre.

Furius Baco fue la primera montaña rusa que se construyó en el mundo de ese modelo, que nunca antes se había diseñado, pero PortAventura asumió el riesgo y decidió apostar por el lanzamiento hidráulico, capaz de pasar de 0 a 135 kilómetros por hora en 3,5 segundos, pero también el considerado como el menos fiable del mundo. Eso sí, la atracción, imperdible para los amantes de las montañas rusas, es capaz de crear una sensación de vuelo y de velocidad inaudita.

Lo cierto es que Furius Baco no es la única atracción que ha dado problemas a PortAventura. Es el caso, por ejemplo, de Hurakan Condor, que recientemente dejó de funcionar y los pasajeros se quedaron montados en el punto más alto de la atracción. Y no es la primera vez que sucede. De hecho, el 19 de noviembre del año pasado, un cable de Hurakan Condor se partió, cedió y quedó colgando desde el elevador y los pasajeros quedaron atrapados a unos 30 metros de altura de los 86 que tiene la atracción.

Así pues, los pasajeros fueron descolgados manualmente mediante mando a distancia mientras los asistentes desalojaban las colas y la estación. Los operarios de mantenimiento subieron por la máquina que disponen para revisar la torre y allí recogieron parte del cable que quedó colgado en la vía de esta góndola. Este incidente es uno de los más graves que ha ocurrido en PortAventura y la atracción permaneció cerrada durante toda la jornada.

Un caso más grave fue el accidente que se produjo por la caída de un árbol en la atracción de Tomahawk el pasado 11 de febrero. A causa del fuerte viento que hacía ese día, algunas de las ramas impactaron contra las vías, hiriendo a 14 de los usuarios que se encontraban en la atracción. Dos de estos quedaron en estado crítico y fueron trasladados al Hospital de Bellvitge y al Joan XXIII de Tarragona, mientras que tres menos graves fueron evacuados al Santa Tecla y al Hospital de Reus.

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