El FIC-CAT rompe tabúes sobre la muerte infantil con la proyección del documental ‘Un estel fugaz’

El Festival Internacional de Cine en Catalán, FIC-CAT, proyectó ayer el documental Un estel fugaz, de los directores Ignasi Guerrero y Arturo Méndiz. Ganador del premio del público del DocsBarcelona, el film quiere romper los tabúes sobre la muerte infantil y narra la historia del hijo de Guerrero, que murió con cuatro meses.

«Me sentí muy solo y con el tiempo vi que era una cosa muy común», expresa el codirector. Confía en que el documental remueva conciencias y sirva para hablar sobre el dolor que causa la pérdida de un hijo. El público del Teatro del Casino Municipal también vio el corto Anhel de llum, de Alba Cros y el film Escanyapobres, de Ibai Abad.

Un estel fugaz relata el viaje emocional que utiliza Ignasi después de siete años desde la muerte de su hijo Pep, cuando sólo tenía cuatro meses de vida. El codirector ha afirmado que necesitaba «explicarle al mundo que las UCI natales existen» y que las familias pierden a sus hijos. «Todavía nos queda mucho camino, pero el documental es un pequeño grano de arena y tiene el objetivo de romper el tabú social, que es una cosa muy de fondo y de educación», expresó. En su caso, el documental lo ha ayudado a superar la muerte de su hijo y ha sido «gran» parte de su proceso de duelo.

Según Guerrero, el film muestra cómo es de importante comunicar el dolor y compartirlo, ya que, asegura, contribuye a superar la pérdida y a hablar con naturalidad. «No compartir el luto con otra persona no ayuda a superarlo, creo que el documental consigue que la gente que lo ha visto sabrá cómo acercarse a aquella persona que se encuentra en esta situación», aseveró Guerrero.

El codirector confía en que el film «remueva alguna cosa por dentro» al público y que les haga reflexionar. «Espero que se vayan a casa pensando en aquellas situaciones que se tendrían que haber acercado de una manera diferente hacia las personas que sufren una pérdida, ojalá cambiemos la manera de ver y afrontar la muerte», añadió.

Comparten opinión los codirectores del FIC-CAT, Cris Gambín y Toni Pinel, que subrayan, que lo seleccionaron antes de que ganara el premio. «Es el segundo festival donde se proyecta, es un documental muy interesante porque habla de un tema que no se acostumbra a hablar en el cine, es triste, lloraremos, pero está muy bien hecho y es muy necesario tratar estos temas que son tabúes», destacó Gambín. «Lo hace con una sensibilidad muy especial y, sobre todo, da muchas fuerzas a aquellas personas que han pasado por una situación parecida para que puedan mirar adelante y recuerden esta estrella fugaz», comentó Pinel.

Cine y literatura

La 16.ª edición del FIC-CAT, que gira en torno al cine y la literatura, arrancó el sábado pasado y se alargará hasta el 8 de junio. Durante estos días, se han programado 6 largometrajes, 6 documentales, 12 cortometrajes, 8 producciones de 48 horas, 18 videoclips y trabajos de 15 centros educativos.

Los codirectores destacaron la buena acogida de la película inaugural, Societat negra, que llenó la sala, así como el premio honorífico al director Antoni Verdaguer y al escritor Jaume Cabré. «Jaume no nos pudo acompañar, pero Verdaguer estaba muy emocionado; él que ha estado un tiempo fuera de sector, se ha tomado el premio como un empuje para volver», remarcó.

En paralelo, los codirectores del FIC-CAT subrayaron que la afluencia de público es similar al de las ediciones pasadas, especialmente mayor en las sesiones del fin de semana. «Ayer, Mamífers generó mucha expectación, aunque todavía se proyecta en las salas de cine, llenamos tres cuartas partes de la sala, de las 360 plazas que tenemos», afirmó Pinel.

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