Playas
Torredembarra ya tiene playa para perros
Se trata de unas instalaciones de 2.000 m2 ubicados en la playa de Barrio Marítimo, delante de la plaza de las Remendadores
Imagen de la nueva playa para perros de Torredembarra.
La playa para perros de Torredembarra ha abierto hoy sus instalaciones en 2.000 m2 ubicados a la playa de Barrio Marítimo, delante de la plaza de las Remendadores, al lado de Cal Bofill. Este espacio está equipado con una valla perimetral, cartelería informativa, una fuente y una ducha para perros, y ha contado con una inversión de 15.500 €.
Esta mañana, el alcalde, Vale Pino, y la concejala de Bienestar Animal, Angie Muñoz, han visitado la playa para perros, acompañados otros miembros del equipo de gobierno. El alcalde, Vale Pino, ha explicado que uno de los hitos de este mandato era la creación de la Concejalía de Bienestar Animal y la playa para perros, objetivos que ya se han conseguido. También ha expuesto que esta nueva playa no sólo representa un espacio de ocio para los animales de compañía, sino también un paso adelante en la apuesta por la protección y el bienestar animal.
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En este sentido, ha señalado que se seguirán implementando políticas de protección de los animales, tal como recoge la nueva normativa estatal y ha puesto especial enfasis en que «el incremento de derechos, en este caso para los animales, nunca va en detrimento de nadie».
Por su parte, la concejala de Bienestar Animal, Angie Muñoz, ha comentado que el mes de noviembre pasado ya se inició la tramitación de los permisos necesarios para la creación de la playa para perros, que se obtuvieron obtener el mes de marzo. Paralelamente, se ha elaborado una normativa de uso para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los usuarios.
Sobre este aspecto, ha resaltado que que los perros que hagan uso de la playa tienen que cumplir unos requisitos como estar xipados, censados y vacunados. Para asegurar que se cumplen estas medidas, se llevarán a cabo controles periódicos y aleatorios. Además, en este espacio, los perros pueden ir desatados, excepto los perros potencialmente peligrosos (GPP), que tienen que seguir yendo ligados y con bozal. Finalmente, la concejala de Bienestar Animal ha apelado al cumplimiento de las normas de civismo y convivencia para garantizar una mejor experiencia para todo el mundo.
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