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Arqueología

Nueva excavación en el poblado de La Cella en Salou

El Port de Tarragona, la URV y la empresa IBER impulsan los trabajos arqueológicos

Vista del jaciment de la Cella.

Vista del yacimiento de la Cella.Cedida

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El Puerto de Tarragona y la URV colaboran para iniciar una nueva campaña arqueológica en el poblado de La Cella situar en el término municipal de Salou. El Port de Tarragona financia los trabajos que desarrollará la empresa IBER en un área de más de 550 m2 del yacimiento que se encuentra en terrenos portuarios adyacente a la parte ya excavada.

Los trabajos empezarán el próximo mes de agosto, tendrán una duración de 2 meses aproximadamente y tienen un presupuesto de 38.910 euros + IVA. La coordinación arqueológica de la intervención irá a cargo del Dr. Jordi Diloli Fons, Vicerrector de la URV y profesor del Departamento de Historia e Historia del Arte de la Universidad Rovira i Virgili, y la dirección técnica de los trabajos arqueológicos que realizará IBER Arqueologia, Patrimoni i Turisme S.L., irá a cargo del arqueólogo Ivan Cots Serret.

Inicio de los trabajos

Los trabajos se iniciarán con una fase de limpieza y desbroce superficial de los 557 m2 del sector meridional del yacimiento que tendrán una duración de una semana. A continuación, se procederá a la excavación en la misma extensión de 557m² con un grueso medio 35 cm durante unos 35-40 días laborables.

Durante la excavación y al final se procederá a documentar fotográficamente las estructuras arqueológicas localizadas y se levantará su planimetría correspondiente en soporte digital; así como los niveles estratigráficos exhumados que también serán debidamente acotados.

Los materiales arqueológicos que aparezcan serán limpiados y siglados, y su estudio también comprende su inventario, la cuantificación la valoración tipológica y cronológica y el dibujo de los hallazgos más significativos. Además, se efectuarán todas las analíticas pertinentes para extraer los datos más significativos sobre el yacimiento y la gente que lo habitó.

Así se prevé, entre otros, hacer análisis de pastas de las cerámicas exhumadas y, si procede, de su interior para saber que contenían. Este apartado se inscribe en una línea de investigación que lidera el Dr. Diloli desde el Grupo de Investigación Seminario de Protohistoria de la Universidad Rovira y Virgilio (GRESEPIA-URV) y que ya ha permitido confirmar la presencia de vino en algunos de los recipientes localizados en el lugar, hecho que nos podría indicar su producción en el asentamiento.

La previsión total para los trabajos de campo sería de unos 44 días laborables (2 meses) para la limpieza, desbroce y excavación en extensión con el objetivo principal de poder sacar a la luz todos los ámbitos que se encuentran delimitados, así como también poder documentar nuevos restos arqueológicos. Posteriormente, el equipo de arqueólogos realizará el procesamiento de datos y redactarán una memoria final. Estos trabajos se efectuarán en el plazo de 15 días laborables a partir de la finalización del trabajo de campo.

La actuación arqueológica permitirá doblar la parte excavada y confirmar o descartar algunas de las preguntas que todavía ciernen sobre el origen, formación y funcionamiento del poblado de la Cella. Uno de los descubrimientos que se quieren corroborar son las particularidades urbanísticas del poblado que se fundó a partir de uno repartos en lotes del suelo siguiendo dos tipos de cuadrículas predeterminadas y también si se mantienen los mismos parámetros que en la parte norte ya excavada. También se quiere averiguar si un edificio en particular que parece tener un dibujo esquemático tripartito, responde a un uso no habitacional, ya que hasta ahora en la Cella no se han sacado a la luz espacios culturales o de almacenaje.

Un poblado singular

La Cella es un yacimiento singular en toda la vertiente mediterránea peninsular. Es un asentamiento complejo, diferenciado del conjunto de otros poblados protohistóricos de la Cessetania, tanto por algunas singularidades constructivas, como por una cronología inusual, que abarca desde inicios del siglo IV a.n.e. hasta mediados del III a.n.e.

En este sentido, la construcción de la Cella se puede concebir como un hecho aislado, siguiendo parámetros de organización territorial particulares, respondiendo a necesidades de control de un espacio geográfico, de unos recursos precisos o de una funcionalidad determinada en un momento concreto. El abandono también es diferente. Se han valorado factores naturales como la insalubridad del territorio, el agotamiento y consecuente falta de recursos, epidemias, etc. pero también se han planteado motivos políticos, como pueden ser reestructuraciones territoriales o la aparición de nuevas formas de gobierno, como por ejemplo la proximidad de Tarrakon-Kesse y su evolución política y económica durante el siglo III a.n.e.

La Cella parece que estuvo poblada por habitantes de varias culturas: iberos, griegos y púnicos, principalmente, y fue una ciudad eminentemente comercial en la que la actividad principal fue el comercio, el intercambio económico y social.

Su situación, cronología y particularidades han llevado a los arqueólogos que han trabajado a apuntar su identificación con la Cal·lípolis que Ruf Fest Aviè situó en este litoral justo antes de la ciudad de Tàrraco.

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