Sociedad
Los trabajadores de Mas d'Enric recuerdan a Núria, la cocinera asesinada a manos de un recluso
Cinco meses después, una cincuentena de personas se concentran en las puertas del centro penitenciario y siguen exigiendo más seguridad
La plantilla de Mas d'Enric se concentra delante de las puertas del centro penitenciario para recordar a Núria.
Los trabajadores de Mas d'Enric, en el Catllar, se han concentrado este martes en las puertas del centro penitenciario para recordar a Núria, la cocinera asesinada a manos de un recluso el pasado 13 de marzo.
Cinco meses después, una cincuentena de personas se han organizado para leer un manifiesto de recuerdo a la compañera. «No dejaremos que tu trágico final caiga en el olvido», decía el escrito. La plantilla también ha aprovechado el acto para exigir más seguridad al nuevo Govern para acabar con las agresiones que sufren por parte de los internos y que están lejos de desaparecer, según han afirmado.
«Necesitamos más personal, que nos doten de aerosoles de acción adecuada y que se nos considere agentes de la autoridad», han subrayado.
Los funcionarios de todas las prisiones catalanas estaban llamados este martes a las once de la mañana a homenajear y recordar la cocinera asesinada por parte de un interno el pasado 13 de marzo. En Mas d'Enric, el acto conmemorativo ha durado poco más de un cuarto de hora. Una de las trabajadoras ha leído un escrito de memoria a la víctima, donde han manifestado la voluntad de la plantilla de continuar luchando «en su nombre» y en defensa de todas las vidas.
«No podemos permitir más agresiones en contra del personal penitenciario», han denunciado. Por eso, piden al nuevo conseller de Justícia, Ramon Espadaler, «un giro de la historia, un punto de inflexión para no continuar a la deriva». Por su parte, Marc, el jefe de unidad del módulo tres de Mas d'Enric y delegado sindical del CSIF, ha añadido que tiene que haber un cambio de las políticas penitenciarias, porque con las actuales armas que tienen «no pueden trabajar».
Exigen cambios
«Nosotros trabajamos, en un patio, tres funcionarios por cada 120 internos con un boli y una llave, estas son nuestras únicas armas», ha denunciado Marc, quien ha exigido más personal, pero también que se los dote de aerosoles de acción adecuada, los cuales asegura que «están regulados y son legales», pero que «no se los dejan utilizar». «Ante un interno armado, nosotros tenemos que entrar desarmados», ha criticado.
«No queremos más dinero, queremos volver vivos y sin heridas a casa», ha añadido Marc, quien ha asegurado que las agresiones a los funcionarios penitenciarios se han multiplicado por tres en los últimos tres años. En esta línea, ha lamentado que la autoridad de los trabajadores ha ido a la baja, puesto que las agresiones a los funcionarios «son gratuitas», porque no se adoptan medidas al respeto.
La acción, que ha acabado con un minuto de silencio, también ha contado con la presencia de Carles López, quien el pasado abril fue nombrado nuevo director de la prisión tarraconense. Sobre él, la plantilla ha afirmado que, de momento, están contentos con el cambio.
