Municipal
Encuentran restos romanos en la zona prevista por la construcción de una balsa de laminación en Altafulla
Los técnicos ya estudian alternativas, como derivar el agua pluvial de la zanja directamente al mar para hacer frente a las lluvias intensas y evitar inundaciones
Les prospecciones hechas en el terreno donde se preveía la construcción de la primera balsa de laminación, entre el Karting Altafulla y el camping Don Quijote, han puesto al descubierto unos restos arqueológicos de época romana. El yacimiento ahora pone en entredicho la viabilidad del proyecto, destinado a hacer frente a las lluvias intensas y a mitigar las inundaciones del Barrio Marítimo.
Por este motivo el equipo de gobierno ya ha trasladado las informaciones pertinentes sobre la cuestión a la plataforma de personas afectadas por las inundaciones de Baix a Mar.
A lo largo de su intervención, la coalcaldesa de Altafulla y concejala de Territori, Alba Muntadas, ha explicado que «durante el periodo de exposición pública del proyecto de expropiación de los terrenos donde tenía que ir la balsa de laminación, se pidió hacer unas prospecciones arqueológicas en la zona debido a su proximidad con la villa romana de los Munts». Como resultado de estas exploraciones, se han descubierto restos de estructuras romanas que afectan directamente al proyecto.
«La zanja que tenemos junto a la carretera mismo, con los restos arqueológicos que hay, está situada en lo que tendría que ser la salida de agua de la balsa», ha detallado Muntadas.
Ante esta situación, el departamento de Cultura de la Generalitat ha recomendado que se realice una prospección arqueológica más extensa, con la finalidad de determinar el alcance de los restos, lo cual implicaría la necesidad de rediseñar el proyecto. La coalcaldesa también ha señalado que «ya hace tiempo se hicieron unas catas cerca de la calle Castellers, que también dieron positivo porque se encontraron restos», cosa que hace probable que la segunda balsa de laminación, prevista al otro lado de la carretera, también se vea afectada.
A causa de estas nuevas circunstancias, Alba Muntadas ha admitido que si el proyecto acabara saliendo adelante, «muy posiblemente la capacidad de las balsas se vería reducida». La coalcadessa ha añadido que este hecho compromete su efectividad, especialmente en el contexto de cambio climático y mirando el futuro, cuando se prevén lluvias más intensas y frecuentes.
Aunque el Ayuntamiento no descarta totalmente el proyecto inicial, ya se están explorando alternativas para gestionar las aguas pluviales. Una de las opciones planteadas es que «en vez de acumular el agua en una balsa para que se vaya yendo poco a poco, que se pueda dar continuidad a la zanja hasta el canal y hacer que el agua desagüe a mar», ha explicado la coalcaldesa. El consistorio iniciará ahora los estudios y proyectos necesarios para evaluar esta alternativa, que podría ser más efectiva a la hora de gestionar lluvias intensas, con periodos de retorno de 10 o 50 años. «Este proyecto quizás va más tarde, pero nos permitirá hacer frente a lluvias más intensas», ha concluido Muntadas.