Arqueología
El hallazgo de una teja confirma el origen griego del yacimiento de La Cella de Salou
Las excavaciones en la superficie portuaria han sacado a la luz nuevas estructuras de viviendas
El descubrimiento de unas tejas de fabricación helénica confirma el origen griego del yacimiento de la Cella de Salou, situado en terrenos municipales y del Port de Tarragona.
«Esta civilización habría sido la encargada de diseñar, organizar e impulsar este asentamiento comercial a principios del siglo IV a.C., donde habrían convivido miembros de varias comunidades de origen púnico, ibero y griego», según ha informado el puerto mediante un comunicado.
Las excavaciones en la superficie portuaria han sacado a la luz nuevas estructuras de viviendas de características y dimensiones similares a las que ya se encontraron en la zona del yacimiento en terrenos municipales.
Se trata, mayoritariamente, de casas de más de 90 metros cuadrados y con una estructura reticular basada en un reparto del espacio pautado a partir de un patrón fijo, tanto para la delimitación de parcelas como para la distribución interior de las viviendas, con el fin de constituir un polo comercial y un puesto de control de la bahía en el norte de la Cap de Salou.
Uno de los hallazgos más importantes es lo que podría ser andró, un espacio reservado a los hombres o algún tipo de recinto sagrado.
Además, han aparecido restos cerámicos de ánforas y utensilios domésticos y numerosos pesos de telar de terracota, denominados pondus/pondera, lo confirma la importancia de este asentamiento no sólo como área comercial sino también como centro de producción textil.
Los responsables de la excavación aseguran que «nos encontramos delante de una ciudad con unos objetivos eminentemente económicos, donde la actividad principal fue el comercio y la representación de los intereses de los diferentes actores del puerto natural situado entre la antigua Tarrakon-Kesse y la Cap de Salou».
El presidente del Port de Tarragona, Saül Garreta, ha visitado este lunes el yacimiento junto con el coordinador de la excavación y vice-rector de la Universidad Rovira i Virgilio(URV), Jordi Diloli, y el director de la intervención, Ivan Cots.