Un ‘Rusiñol’ de 1905 que todavía nos interpela

El bon policia se estrenó en el año 1905 en el Teatro Romea de Barcelona, La pieza, escrita por Santiago Rusiñol, no gustó nada a la crítica de la época, y fue considerada una pieza menor e intranscendente. El texto era una comedia satírica en dos actos que explicaba las peripecias de dos amigos, Josep y Anton.

Para ganarse la vida, el primero acepta un trabajo de policía, pero su carácter bondadoso e inocente hace que le sea difícil cumplir las órdenes y enfrentarse a los delincuentes. Para salvar el trabajo, maquinan un plan: Anton se hará pasar por ladrón, y su amigo lo detendrá con gran eficacia. Pero, claro está, nada saldrá como estaba previsto.

Más de cien años después de su estreno, El bon policia ha sido recuperada por los actores Ricard Farré y Arnau Puig, «Buscábamos textos clásicos del repertorio catalán y, cuando leímos esta obra, fue como un amor a primera vista. Tenía todo lo que buscábamos: humor, temas que nos interesaban, y la posibilidad de hacer las transformaciones necesarias para representarla sólo con dos actores. Porque, aunque en la obra original hay 20 personajes, lo hemos trabajado para representar 11 entre los dos», explica Arnau.

Los temas que tanto interesaron a los dos intérpretes fueron, en primer lugar, «el hecho de que los dos hombres protagonistas forman a una pseudofamilia, que incluye a los hijos de uno de ellos». También la crítica de fondo, «porque la obra de Rusiñol habla de la arbitrariedad de la justicia y de las pocas garantías que a veces ofrecen los sistemas judiciales». Finalmente, y no menos importante, también les gustó «por el trato del lenguaje, tanto con respecto al vocabulario como las bromas lingüísticas».

En este sentido, Farré y Puig, que también son responsables de la adaptación y la dramaturgia, han optado por respetar el tono y el vocabulario de Rusiñol. De aquí que, tal como explica Arnau, «el público necesita los tres o cuatro primeros minutos para adaptar la oreja a lo que está escuchando».

Buena parte de los valores que el dúo de actores supo ver en la pieza son, precisamente, las razones por las cuales fue tan mal recibida en su estreno: «Por una parte, esta pseudofamilia formada por dos hombres no se acabó de entender. Después, tampoco gustó el hecho de que la policía no sale muy bien parada. Y hay un personaje, que es un anarquista, que, en cambio, sale adelante bastante bien, y en aquella época, empezaban a haber atentados cometidos por este colectivo».

Por todo ello, Arnau considera que, con la mirada del siglo XXI «la obra todavía nos interpela, nos hace reír y nos hace pensar». El bon policia se representará este sábado, 12 de octubre, en el Centro Cultural del Catllar. Las entradas, que tienen un precio de 5 euros, están disponibles en la página web de Entràpolis (www.entrapolis.com).

La programación de la temporada de teatro en el Centro Cultural del Catllar continuará con El vestit pop de l'emperador, de La Roda Produccions (9 de noviembre) y Dirrrty Boys, de Las Bestias (14 de diciembre). El primero es un espectáculo familiar basado en el popular cuento infantil. Dirrrty Boys, por su parte, tiene como punto de partida un crimen real que cometieron dos niños de diez años en el año 1993 en Liverpool. Las entradas para los dos espectáculos también están a la venta.

Esta programación es fruto del trabajo de la asociación La Catllarenca, que empezó a colaborar con el Ayuntamiento del Catllar en la programación de acontecimientos culturales a principios de año, centrándose sobre todo en el área de teatro.