Cultura
Centcelles revive la decadencia del Imperio Romano con el primer festival tardorromano de la península
Siete grupos de recreación histórica de todo el Estado dan vida al conjunto romano de Constantí en un acontecimiento pionero
El conjunto romano de Centcelles, en Constantí, devuelve este fin de semana en la época de la decadencia del poder romano, una de las más desconocidas de la larga y convulsa historia del imperio. Siete grupos de recreación de Cataluña y de otros puntos del estado español dan vida en el primer festival tardorromano que se celebra en la península ibérica.
Una iniciativa impulsada por el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) con el objetivo de difundir entre el público el conocimiento de este periodo durante el cual, la antigua Tarraco recobró cierto protagonismo en la vida política romana justo antes de que el imperio Occidental se acabara disolviendo en medio de las invasiones de las conocidas como tribus bárbaras.
Los fuegos humean entre los toldos de los campamentos derramados por el recinto de la villa romana de Centcelles. Los grupos de recreación Septimania Seniores (Tarragona), Ab Urbe Condita (Madrid), Brunneis Iumentis (Barcelona), Cohors Prima Celtiberorum (Cantabria), Gens Baetica (Málaga), Herederos de la Historia (Barcelona) y Medievales (Barcelona) se encargan de dar vida y color en una época, entre los siglos IV y V de nuestra era, plasmada tradicionalmente como oscura dentro de la historiografía romana.
Durante este sábado y domingo, el festival ofrece visitas en los campamentos tardorromanos pero también espectáculos de reconstrucción histórica que quieren explicar escenas mínimamente documentadas sobre la etapa final del Imperio Romano en Occidente; las insurrecciones internas y las invasiones bárbaras; o el contexto durante el cual se construyó la villa de Centcelles. También cómo vivían y se organizaban los soldados. Qué comían o cómo se vestían.
«De festivales de grupos de recreación hay diversos pero la especialización en la época tardoantigua no es tanto habitual. El hecho de tener el monumento romano de Centcelles, que tiene una fase tardía importantísima, hemos juntado la posibilidad de hacer una actividad en torno al monumento y juntar grupos de recreación especializados en esta etapa. Tenemos una oportunidad única por primera vez», remarca la directora del MNAT, Mònica Borrell.
Rigor en la investigación
Destaca el «rigor» con el cual los grupos de recreación recuperan elementos propios de aquella época, con reproducciones las más fidedignas posibles de motivos decorativos de telas, recipientes, vasos o joyas. Una forma de «investigación aplicada» con el objetivo de «compartir el conocimiento con la gente». «Cuando vemos mesas o trajes calcados en los de la cúpula de mosaico de Centcelles es motivo de reflexión y debate», abunda.
Hasta este fin de semana, grupos de recreación histórica tardorromana como Septimania Seniores, originario de Tarragona, sólo habían podido participar en festivales dedicados en esta época que se celebraban al centro y norte de Euorpa: Francia, Holanda, Alemania o Austria. «Nos hacía mucha ilusión llevarlo en nuestras tierras y que por primera vez no tuviéramos que hacer 800 o 1.200 kilómetros para participar en un festival tardorromano», ha explicado su presidente, Jordi Soler.
El grupo ha recreado una historia que habría pasado, según la poca documentación existente de este periodo, en la misma península Ibérica. Es una época oscura y de descomposición del orden hasta entonces existente. Rebeliones de generales de provincias, ataques de las tribus bárbaras, reestructuración social con un desplazamiento de la vida de las ciudades en el campo, donde los nobles terratenientes fijan su residencia en suntuosas villas, que son también centros de producción y esclavos. Será el embrión del futuro feudalismo.
Soler, aficionado a la historia, reconoce que él mismo, durante mucho tiempo, tuvo esta época histórica «apartada» por el hecho de que suponía la caída del imperio romano de Occidente. «Con el tiempo me fascinó este periodo. Intentamos reproducirlo lo mejor que podemos, con material que hay en los museos. Darle vida a aquel tiempo», ha apuntado. También, con voluntad clara de romper algunos estereotipos muy extendidos que pueden condicionar la visión de aquel periodo.
Romanos de otro tiempo
«Más que nada que la gente que no está especializada o no tiene conocimiento de historia entienda que el imperio duró muchos siglos y, como todas las cosas que duran mucho tiempo, va cambiando. Les estructuras, las vestimentas o los ejércitos. La gente tiene la imagen de la época alto imperial, del emperador August, de Astèrix y Obèlix. Nosotros, como estamos ya en las puertas de la edad media, nuestra indumentaria y armamento es más próxima a esta edad que al alto imperial. Para que la gente tenga esta información. Nos ven y preguntan: '¿sois romanos?'. Sí, de otro tiempo», responde él mismo
Un fenómeno, apunta Borrell, que pasa también en otras culturas como la del antiguo Egipto y que tiende a idealizar periodos de pretendido esplendor político, económico y militar. «Nos es más fácil imaginar el siglo primero después de Cristo que momentos de cambios, crisis y bajada», reflexiona. «Pero también es de resurgimiento», añade, recordando, el protagonismo de Tàrraco en el intento de Roma de recuperar la península Ibérica hacia el siglo V. «A veces, algunos factores hacen que nos fijamos ente unos personajes y unas épocas y no otras», valla.
La propuesta de inmersión en el mundo tardorromano que plantea el festival también aprovecha las nuevas tecnologías para mostrar nuevas formas de ver y entender el patrimonio del conjunto de Centcelles. Es así como dentro del programa se ofrecen también experiencias de realidad virtual que, gracias a unas gafas especiales, permiten acercarse de forma diferente a la cúpula de la villa y poder observar las escenas de los mosaicos desde la corta distancia y perspectivas hasta hace poco impensables.