Diari Més

Gastronomía

Sociedad Ardotegi: cincuenta años, diez llaves y una mesa

Este 17 de octubre la veterana sociedad gastronómica tarraconense celebra el medio siglo de historia

Joan Vaño, miembro fundador y antiguo presidente, e Ignasi, Ramon, Sergi, Jordi G., Lluís M., Jordi E., Gerard y Xavi.Gerard Marti Roig

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Había una vez un médico nacido en Teruel que, en los años 70, fue destinado en la Riera de Gaià. Con el tiempo, acabó haciendo amigos de la profesión. Con ellos, se encontraban de vez en cuando en un bar de Tarragona. Un día aquel médico, que se llamaba Ovideo Herrero y tenía muchos vínculos con la Rioja, les propuso buscar un sitio privado donde quedar, un poco al estilo de los txokos vascos. Encontraron una casita en la Riera de Gaià, junto a la carretera y, poco a poco, la fueron arreglando.

Un 17 de octubre de 1974, aquellos cuatro amigos constituían, oficialmente, la sociedad gastronómica Ardotegi. Esta misma semana, los miembros de la sociedad –o de la bodega, como dicen ellos–, celebran los 50 años de la fundación convencidos que, si no son los más antiguos de Cataluña, poco debe faltar. De aquellos socios fundadores ya sólo queda Joan Vaño.

El resto de miembros de la bodega son incorporaciones que han ido entrando al grupo siguiendo las normas que dicta el estatuto fundacional. Es decir, de la mano de otro socio. Las reglas determinan que, una vez hecha la solicitud, hay que estar como mínimo un año a prueba. Pasado este tiempo, los socios hacen una votación con unas bolas blancas y negras (sólo se puede entrar en la sociedad por unanimidad).

Cada jueves, los diez socios de la bodega se encuentran para cenar con la condición de que cada semana cocina uno. Si alguien quiere llevar a algún invitado lo puede hacer, siempre que no sea el primer jueves de mes, que es el día reservado solo para los socios. «De esta casa todos tenemos una llave», explica Sergi Ivert, presidente de la entidad desde hace más de veinte años. Todos pueden hacer uso de la bodega, que está perfectamente equipada con una cocina, una barbacoa exterior, una bodega y una mesa para más de veinte.

Lo curioso de este grupo de hombres –las mujeres sólo pueden ir un día que no sea jueves, e invitadas por un socio– es que se han hecho amigos a base de cenas. «Cuando entra alguien nuevo, sólo lo conoce el socio que lo presenta. Entonces, con el tiempo, nos vamos conociendo y nos acabamos haciendo amigos». Todos coinciden en afirmar que los jueves son un día sagrado.

«Nos gusta venir porque nos lo pasamos muy bien y porque, de alguna manera, cuando llega el jueves por la noche ya es como si empezara un poco el fin de semana, vienes aquí y desconectas», asegura Lluís Morral, vicepresidente de Ardotegi. Este año, explican, han sufrido dos pérdidas muy sentidas, las de Pep Guardiola y Manolo Prieto, dos de los socios fundadores.

Así y todo, el espíritu de aquellos primeros hombres que se empeñaron en fundar una sociedad donde encontrarse se mantiene bien vivo. Y no les falta gente interesada en formar parte. Incluso por parte de algún otro que, al ver la caseta desde la carretera, ha llamado a la puerta pensándose que aquello era un restaurante.

tracking