Entrevista
Alba Bresolí: «Puede ser que un corto sea lo más trascendental que verás en la vida»
Bresolí es la directora artística y programadora del Festival Internacional de Cortometrajes de Vila-seca, FICVI
Este año se ha batido el récord de candidaturas: cerca de 1500. ¿Cómo habéis hecho la selección para distinguir los 46 cortos que se proyectarán durante el festival?
«Lo primero que buscábamos era un mínimo de calidad y que el cortometraje nos enganchara, que nos emocionara. Después, desde la dirección artística, me interesaba que las películas fueran próximas al pueblo de Vila-seca, pero que a la vez nos abrieran nuevos horizontes y nos mostraran otras realidades. Además, como estamos en un momento tan oscuro de nuestra historia, queríamos que los trabajos fueran una celebración de la vida, del cine y de nuestra identidad. Finalmente, también hemos buscado el equilibrio entre nuestro cine (hay 17 cortos catalanes y españoles) y lo más representativo del cine emergente internacional».
¿Hay temáticas predominantes?
«Una de las grandes noticias del FICVI de este año es que más de la mitad de los cortos son dirigidos por mujeres. Eso hace que se hable mucho de relaciones humanas, de migraciones, de familia, de amor... Por otra parte, en la sección de documentales se habla mucho de sectores invisibilizados, como las personas mayores o migradas. Los documentales tienen este punto de vista más social, que nos muestra las realidades del mundo contemporáneo».
Precisamente la introducción del género documental es una novedad del FICVI. ¿Por qué habéis hecho esta apuesta?
«Para empezar, la organización del Festival, que es Paral·lel 40, también forma parte de DocsBarcelona. Además, yo soy cineasta documental y me interesaba mucho incluir esta categoría, que está creciendo tanto. Por otra parte, nos hemos encontrado con una tendencia muy interesante, y es que hay mucha docuficción. Estamos en un momento en el que los géneros transitan para unirse: hay animaciones que son documentales, ficciones que son animaciones y documentales que son ficciones. En este sentido, también tenemos otra novedad, y es que hemos decidido agrupar los cortos en sesiones temáticas que incluyen animación, documental y ficción. De esta manera, el espectador hará un viaje por temas como el amor, las migraciones o hacerse mayor, a través de cortometrajes que le ofrecen perspectivas diferentes».
También habéis hecho cambios en la sección InSitu.
«Con el InSitu queremos dar importancia al potencial que tiene Vila-seca, y por eso pedimos que se haga un retrato del pueblo desde una persona, un grupo... Grabar, desde la autoría personal, lo que es Vila-seca. A mí, como directora artística, me parece muy importante que las generaciones más jóvenes generen archivo. Y, además, hacerlo dando importancia al cine documental. El presente es cada vez más rápido, por eso es importante enseñar a través del cine cuestiones como el patrimonio, la gente o la tradición».
El equipo que este año dirige el festival (y que está formado íntegramente por mujeres) es nuevo. ¿De qué manera habéis asumido esta dirección y cuáles son vuestros objetivos?
«Queremos hacerlo todo con mucho cuidado y dedicación. Y hacerlo para la gente de aquí, a la vez que afrontamos el gran reto de ser un festival internacional. Nuestra idea es que cada vez nos podamos internacionalizar más, hacer colaboraciones y tener más representación en otros festivales. Con respecto a las mujeres, quizás, de manera natural, les hemos acabado dando protagonismo. El Premio Honorífico, por ejemplo, es para Marta Balletbò-Coll, que es una directora, productora, guionista y escritora a la que no se le ha hecho el reconocimiento que tenía que tener, quizás porque no es un hombre».
¿Los cortometrajes son un género que hay que reivindicar?
«Sí, se suele pensar que el corto es el hermano pobre del largo, pero eso no es cierto. Los cortos tienen vida por sí mismos, además de ofrecer más libertad de creación, porque se tarda menos tiempo en producirlos. A la vez, pueden ser lo más trascendental que verás en la vida. Además, el corto dispone de una libertad de expresión que a menudo el largo no tiene, porque tiene que pasar muchos filtros, de producción y distribución. Esta libertad que tiene el corto la veréis en la programación de este año».