Sociedad
Las urbanizaciones del Catllar protestarán por la falta de inversión municipal
La Asociación de Propietaris APUDEC denuncia la falta de servicios mínimos
La Asociación de Propietarios de las Urbanizaciones del Catllar (APUDEC) cortará la carretera TP-2031 (en el kilómetro 5,5, a la altura del Camino Salort, entrada de la urbanización Bonaire, en la zona comercial del límite con el término municipal de los Pallaresos) el próximo día 24 de noviembre a las 12 horas en protesta.
Esta manifestación de protesta se hace para expresar el descontento por el abandono y la falta de inversión pública (alumbrado, transporte, limpieza y mantenimiento viario, seguridad, recogida de residuos...) que sufren estos propietarios desde hace décadas.
«Ha llegado un momento en que la gente, que paga sus impuestos sin recibir un retorno adecuado del Ayuntamiento, ha dicho basta ante tanta desidia; no queremos ocasionar perjuicios a los conductores -se dejará un carril libre al tráfico-, pero sí llamar la atención sobre una situación que ya es insostenible», ha explicado Juan Herrerías, presidente de APUDEC. La entidad ya representa hoy día a más de 1.000 vecinos de una quincena de las 30 urbanizaciones del Catllar.
De las 30 urbanizaciones, actualmente sólo seis han sido «recepcionadas» por el Ayuntamiento y disfrutan de unos servicios de acuerdo con nuestro tiempo. Según APUDEC, los trámites para la regularización urbanística son muy largos y costosos económicamente, y no se da ninguna facilidad desde las administraciones. «Todos pagamos los mismos impuestos, que además siguen subiendo, pero no tenemos derecho servicios mínimos que tiene que garantizar un Ayuntamiento», ha criticado Anna Quílez, vocal de la junta directiva, que se ha quejado especialmente de la frecuencia del transporte público -inexistente a fin de semana- y de una recogida de residuos muy deficitaria.
APUDEC denuncia la falta de mantenimiento de los caminos, de competencia municipal, que dan acceso a las urbanizaciones y no tienen alumbrado, y donde el firme de la calzada no cumple los mínimos requisitos de seguridad para vehículos o peatones. «Todavía hay calles del suelo sin asfaltar a nuestras urbanizaciones, zonas sin luz donde hay que ir con linterna por la noche... Tenemos miedo de que nuestras viviendas se conviertan en un gueto de chabolismo y ocupaciones ilegales», ha lamentado Herrerías.