Navidad
Cerca de 2.300 personas disfrutan del Pesebre Viviente de la Canonja
Las representaciones fueron los días 27 y 28 de diciembre en el casco antiguo
La Canonja ha recuperado esta Navidad una de las tradiciones que perdió hace 50 años, el Pesebre Viviente. Nadie se esperaba el gran éxito de público que tuvo y que ha sorprendido gratamente todos. Les representaciones fueron los días 27 y 28 de diciembre en el casco antiguo, en torno a la iglesia de Sant Sebastià y la Plaza de la O, en el mismo lugar que hace medio siglo.
En total pasaron a unas 2.300 personas. Una buena parte fueron canongins que quisieron reencontrarse con un belén que hacía muchos años que no se había representado. Por otra parte, vinieron visitantes de más de 40 poblaciones de los alrededores de la Canonja.
El alma de este proyecto ha sido Josep Torrents que explica que la idea surgió después de una sesión de proyección de películas antiguas por parte de la sección del Centro de Estudios Canongins, Memòria Canongina. «La aparición de unas fotografías correspondientes en el pesebre de 1974 nos dio la idea de volver a recuperar este proyecto y la organización ha sido espontánea y hemos contado con 60 figurantes y 20 colaboradores».
Desde la organización, se valora muy positivamente este éxito de público. Las previsiones más optimistas hablaban de entre 700 a 1000 personas pero se han superado todas las expectativas», comenta Josep Torrents. Los organizadores fueron los primeros sorprendidos al ver las largas colas que se formaban en las calles próximas a la entrada. A estas alturas todavía hay más cifras que todavía se acaban de contabilizar, pero ya se puede adelantar que se sirvieron 75 kg de salchichón, 1500 rebanadas de pan y 100 litros de caldo.
El feedback que se ha ido recibiendo estos días es muy alentador. Los comentarios positivos animan mucho a los organizadores, después de muchos meses de esfuerzo el hecho de que haya gustado a la gente es la mejor recompensa.