El Ayuntamiento de Roda suspende las obras de rehabilitación de Cal Guivernau

La Comisión Local de Patrimonio del Ayuntamiento de Roda de Berà ha decidido suspender las obras para reconvertir Cal Guivernau en biblioteca municipal a raíz del derrumbamiento de ayer. Durante el incidente, se hundieron tres de las cuatro paredes del emblemático edificio, catalogado como BCIL.

Ayer por la noche, el alcalde Pere Virgili reunió de urgencia la Comisión Local de Patrimonio, presidida por la concejala Laura Moya, con representantes de todos los grupos municipales, miembros de la dirección facultativa de la obra y el arquitecto municipal. De esta manera también se suspenderá el contrato mercantil con la empresa adjudicataria.

«La urgencia ahora es garantizar la seguridad de vecinos y peatones, por eso adjudicaremos de emergencia los trabajos para el derribo total del edificio a una empresa experta en demoliciones complejas, la cual cuenta con un arquitecto perito especializado, quien también se encargará de averiguar qué sucedió y el porqué del hundimiento de ayer,» ha asegurado el alcalde Pere Virgili. «Más adelante decidiremos qué pasará con la futura biblioteca municipal y donde se podría ubicar».

Todo el perímetro ha quedado delimitado y, por seguridad, los vecinos de las viviendas adyacentes no pueden acceder a sus viviendas hasta el derribo completo, que se realizará con la máxima urgencia posible. Les personas afectadas se encuentran con familiares y el Ayuntamiento también los ha ofrecido alternativas, como el piso de emergencia social.

«Pedimos, por precaución, que no se acerque nadie y que se respeten las cintas policiales que hay colocadas por la seguridad de todo el mundo», ha rogado el alcalde.

Los trabajos de rehabilitación

En octubre de 2023 se iniciaron las obras en Cal Guivernau con el fin de rehabilitar el emblemático edificio y lo convirtieron en la nueva biblioteca municipal Joan Martorell Coca.

El proyecto, que ponía en valor los atributos originales del edificio histórico, declarado Bien Cultural de Interés Local en 2010, consiguió una subvención de más de un millón de euros de los fondos europeos NextGeneration, concedida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y dos más de la Generalitat de Catalunya.

Meses después de ponerse en marcha, en febrero de 2024, la localización de restos arqueológicos paralizó las obras durante muchos meses, hasta este lunes, cuando se reprendieron.

Bien Cultural de Interés Local

El edificio de Cal Guivernau se encontraba en el casco antiguo de Roda de Berà entre las plazas de la Església y de la República. Por sus características y por su historia ocurrió uno de los referentes en el centro de la villa.

El origen de Cal Guivernau era desconocido. Los primeros documentos fechan del año 1793 cuando pertenecía a la familia Vidal Guivernau. El año 1922 el Ayuntamiento compró el edificio a la familia Vidal con el fin de convertirlo en las escuelas públicas. En 1928 se habilitaron las viviendas de los maestros y se acondicionaron unos espacios para las aulas. Esta adecuación supuso el derribo de una parte de la casa adyacente, Cal Barot, para ampliar la plaza y rebajar el terreno delante de Cal Guivernau. La escuela entró en funcionamiento durante el curso 1933-34 y lo fue hasta los años 70 cuando, por el aumento demográfico, algunas de las aulas se trasladaron a la nueva escuela, detrás del actual edificio del Ayuntamiento.

Por su estado de conservación a principios de los 2000 se planteó su derribo, pero el Centre d'Estudis Rodenc, de Les Monges Associació Cultural, se opuso y pidió al Ayuntamiento y al departamento de Cultura de la Generalitat que se elaborara un estudio oficial.

Fue en junio de 2001 cuando la Dirección General del Patrimonio Cultural hizo llegar al Ayuntamiento unos informes en los que se destacaba la posibilidad de que Cal Guivernau fuera el castillo de Roda de Berà, una cuestión que fue reafirmada por la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural en febrero de 2002. No obstante, no se consiguieron bastantes evidencias históricas. Lo que sí es constatable es el valor histórico, cultural, patrimonial y emocional que Cal Guivernau tenía para Roda de Berà.