Urbanismo
Empiezan las obras en el paseo de la Pineda para hacerlo más resiliente al cambio climático
Se eliminan tres carriles de vehículos y la acera para ganar veinte metros de anchura de playa en un kilómetro de longitud
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Imagen de las obras en el paseo de la Pineda.
Las obras en el paseo de la Pineda que lo tienen que dar más resiliente y adaptado al cambio climático han empezado esta semana y se espera que duren aproximadamente un año. En concreto, ya se han empezado a eliminar los dos carriles de circulación y el de aparcamiento, así como la acera para peatones y parte de la zona de césped, que tienen que permitir que la playa gane veinte metros de anchura a lo largo de un kilómetro.
La superficie afectada es de 33.000 metros cuadrados y en 28.000 m2 de los cuales se renaturalizará la playa. La actuación tiene un coste de 8,5 millones de euros, que se financia a partes iguales entre fondo del Ministerio de Medio Ambiente y fondo Next Generation.
El Ayuntamiento de Vila-seca empezó a trabajar el proyecto el año 2010 y se ha incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio. Esta zona de la playa de la Pineda es de las más afectadas de la Costa Daurada por los temporales de levante, cada vez más violentos. «Nos tenemos que imaginar un paseo integrador, que busca recuperar espacios naturales y encontrar los sistemas de los cuales estaba dotada la playa en los años 60 cuando empezó el desarrollo y la llegada de la carretera», ha destacado al alcalde del municipio, Pere Segura. Su voluntad es «trabajar con una visión más a largo plazo» e incorporar variables como «el incremento del nivel del mar, el cambio climático y las consecuencias que se derivan».
Se trata del proyecto de estas características más importante que ha financiado hasta ahora el Ministerio, y para Segura este planteamiento será la norma a partir de ahora. «En el Mediterráneo no hay otro remedio que plantearlo así. Es un mar que tiene una marea imperceptible y se ha edificado demasiado cerca de la costa, y en un escenario en el que cambia la morfología y la línea litoral, o en el que empezamos a hacer actuaciones o en el cual es muy difícil pensar que con paseos fijaremos la línea de la costa», ha manifestado. En su opinión, esta es la única fórmula posible si se quieren mantener los espacios naturales y las playas en un futuro.
Tráfico
Las obras han obligado a reordenar el tráfico y a eliminar cuatro paradas de autobús, que se han sustituido por otras tres en la calle del Camino del Racó. Aparte, cuando se acerque el verano y la llegada de turistas, se generarán corredores de acceso a la playa. «Las obras generan molestias y tendremos que tener una cierta paciencia», ha reconocido el alcalde, que ha afirmado que ya la convivencia entre trabajos y bañistas ya está planificada y que confía en que «habrá una mínima afectación».