Diari Més

Judicial

Visto para sentencia el juicio contra una mujer acusada de intentar matar su expareja con un cuchillo en Els Pallaresos

Una discusión violenta y una acusación de autodefensa marcan el juicio, donde la fiscalía solicita una pena de dieciséis años de prisión

Imatge del judici d'aquest dilluns a la secció quarta de l'Audiència de Tarragona.

Imagen del juicio de este lunes en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona.ACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La Audiencia de Tarragona ha juzgado este lunes a una mujer acusada de intentar matar su expareja a los Pallareses en octubre de 2023. La fiscalía ha pedido una pena de dieciséis años de prisión: trece por el delito de asesinato en grado de tentativa en concurso de allanamiento de morada y tres años más por el delito de robo con violencia, así como seis años sin poder aproximarse y comunicar con la víctima. En cambio, la defensa ha solicitado la absolución. La mujer clavó un cuchillo de cocina al hombre en la parte posterior del cuello. Según la víctima, fue con alevosía por la espalda después de que ella se hubiera colado en su casa. Según la mujer, lo hizo para defenderse de las agresiones que estaba sufriendo después de una discusión.

En la vista se han puesto de manifiesto las diferencias entre los relatos de víctima y acusada, que el tribunal tendrá que dirimir. Los dos han coincidido en que habían empezado la relación el año 2021 y que era complicada -«uno cortejo loco», ha definido él. Sin embargo no ha quedado claro cuánto tiempo hacía que habían acabado la relación, si días o meses, hasta el punto que la hermana de la acusada ha afirmado que creía que en el momento de los hechos seguían juntos. Con todo, cuando se produjo el suceso el 1 de octubre no vivían en el mismo domicilio.

Tal como ha explicado el hombre, hasta una semana antes de la agresión convivían en casa de él, aunque ya no eran pareja. «Siguió en casa porque me amenazaba. Muchas veces me dijo: si me echas, te mato», ha explicado. Unos días antes sin embargo, otra discusión cambió la situación: «rompió los cristales del coche y la dejé tirada en la carretera», ha manifestado.

Según el relato que él ha hecho ante el tribunal, la noche del 30 de septiembre al 1 de octubre hacia las doce y media de la madrugada, llegó a casa, entró por el piso inferior donde está el garaje y desconectó la alarma. Entonces habría salido al jardín a dar de comer al perro y al cabo de unos instantes escuchó como la puerta del garaje se abría manualmente. «Pensé que alguien había entrado en casa», ha comentado. Posteriormente, dentro de casa, mientras comprobaba si eso era así, escuchó como una puerta de detrás suyo hacía ruido. «En la puerta había una piedrecita y oí que la tenía detrás. Me pude alertar. Me atacó por detrás con el cuchillo y me lo clavó en la espalda y el cuello», ha asegurado.

El hombre ha continuado su relato y ha afirmado que ella le dijo: «te estás desangrando, morirás». Entonces, ha detallado que pudo coger una silla para defenderse mientras ella intentaba clavarle de nuevo el cuchillo -de cocina de unos 25 centímetros, según han declarado los Mossos d'Esquadra que intervinieron en los hechos. «La ataqué con la silla en el pasillo y pude encender y disparar la alarma. Me lanzó varios objetos. Pude llegar hasta el salón, ella se marchó por la puerta de la entrada y yo salí por la otra puerta», ha narrado.

Una vez en la calle, los vecinos del lado que se alertaron por los gritos de auxilio lo socorrieron, con él sentado en una silla -presumiblemente la que había utilizado para defenderse- hasta que llegaron al cabo de pocos instantes los Mossos d'Esquadra y una ambulancia.

Los agentes que han participado como testigos en el juicio han explicado que localizaron a la mujer en la calle del lado y que en el interior de la bolsa que llevaba le encontraron un cuchillo de cocina manchado con alguna gota de sangre. En aquel momento la detuvieron. Otros agentes que accedieron al domicilio han descrito que la zona del «comedor y pasillo» estaba «destrozada», con «muebles y el sistema de seguridad roturas», ya que presuntamente la mujer «habría arrancado y tirado a tierra» algunas cámaras de videovigilancia del interior de la casa. «Parecía que dentro hubiera habido una batalla campal», ha asegurado a uno de los policías.

Relato de la acusada

La versión ofrecida por la mujer ha sido muy diferente, que ha declinado responder las cuestiones de la fiscal. A preguntas de su abogado, ha empezado explicando que discutían mucho y que «a veces» el hombre lo agredía con bofetadas y que en otras ocasiones lo cogía y «bloqueaba» físicamente. Unos hechos que se producían habitualmente cuando tomaban drogas y alcohol.

El consumo de drogas ha sido uno de los hilos conductores del relato de la acusada, que ha indicado que durante todo el 30 de septiembre estuvieron juntos. «Me vino a buscar a las 11 de la mañana con el coche y fui a hacer hurtos a dos supermercados del Arrabassada. Él me esperaba en el coche para consumir», ha apuntado.

Después, ha dicho que fueron al barrio de Campclar a buscar droga y que siguieron consumiendo y que, posteriormente, se dirigieron a Cambrils donde volvió a robar en dos supermercados más. «Lo vendí en unos bares a Bonavista, que me lo encargaban,», y ha reconocido que entre los hurtos del día obtuvo alrededor de 300 euros. A continuación, ha manifestado que fueron a comprar más drogas y después en casa de él a consumirlas. «Entre los dos, por la mañana consumimos dos gramos de cocaína y dos de heroína», ha concretado.

Por la tarde, la mujer ha explicado que fueron a casa de su hermana para que él arreglara un coche estropeado, y que las dos fueron a comprar. Hacia las siete, se marcharon juntos de nuevo hacia el domicilio de la víctima. «Nos quedaban dos gramos y consumimos en su habitación y en el comedor», ha expuesto.

Entonces empezaron a discutir y él la insultó. «Se me abalanzó y me empujó. Me arrinconó en la cocina y me cogió del cuello con la mano izquierda. Lo golpeé para que me dejara, nunca lo había visto tan enfadado», ha declarado. «Me decía que me mataría, no me podía escapar», ha añadido. En aquel momento, ha reconocido que pudo coger un cuchillo y le clavarle en el cuello: «no lo hice para matarlo, sólo para que me dejara, era la única vía de escape. Cuando le clavé, me dejó y pude salir», ha narrado. Asimismo, ha justificado que se llevó el cuchillo porque él la perseguía y tenía miedo. «Desde la cocina pedí auxilio a la vecina», ha asegurado. Una vez los mossos le encontraron el cuchillo en la bolsa, se la llevaron detenida: «no entendí nada, me vi acosada por la policía», ha finalizado.

Fruto de la agresión, el hombre fue trasladado al hospital Joan XXIII, con una herida en la zona del trapecio de cinco centímetros de longitud y dos de profundidad, por los cuales necesitó cinco puntos de sutura externa y un punto de interna. «Fue más un corte que un pinchazo», ha declarado la forense del juzgado de guardia que lo examinó al día siguiente. La doctora ha afirmado que la herida «es compatible con un ataque por detrás» y que si bien se produjo «a cuatro o cinco centímetros de la carótida», un hecho que «podría haber sido mortal», con el corte que sufrió «no hubo riesgo vital».

Con todo, la víctima ha renunciado a cualquier indemnización y en la vista no ha habido acusación particular, tan sólo la fiscalía ha ejercido esta función. La mujer se encuentra en prisión preventiva desde aquel día. El juicio ha quedado visto para sentencia.

tracking