Antonio Angulo y Alejandro Iglesias se reparten la 1ª Clásica Xavier Tondo
La prueba, quinta etapa de la Copa de España, se resolvió en un sprint que da el doblete a Gomur-Liébana; Gonzalo Serrano mantiene el maillot amarillo
La 1ª Clásica Xavier Tondo, quinta etapa de la Copa de España de ciclismo, reunió ayer en Valls casi a 200 deportistas en las categorías Sub-23 y Élite, a una competición organizada por la sección de Ciclismo del CB Valls y el Club de Ciclismo Xavi Tondo, en memoria del corredor|pasillo de la eterna sonrisa.
La línea de meta de la prueba, fijada en el Pabellón Xavi Tondo, la cruzaron 157 ciclistas repartidos en 26 equipos diferentes, los mismos que completaron los 158 kilómetros que preveía esta primera edición de la Clásica Xavi Tondo, con salida al mismo punto y a las diez de la mañana, y que había programado dos metas volantes y trazado a través de Santes Creus, el Pont d'Armentera, Les Pobles, el Mirador de Penedés i Valls. En la Copa de España le quedan todavía cuatro etapas más hasta completar las nueve que llevarán a su desenlace la competición, que hacía de nuevo parada ayer en la capital del Alt Camp.
La prueba se dilucidó en un amplio sprint, en el cual Antonio Angulo y Alejandro Iglesias van dado el doblete –con el segundo como a mejor Sub-23– y la victoria para|por equipos en el Gomur-Liébana 2017, con Fernando Barceló (RH Polartec) completando el podio, en la tercera plaza. En undécima posición llegaba Gonzalo Serrano (Cartucho.es-Magr0), que sumaba los puntos suficientes para mantener el maillot amarillo de la Copa de España después de esta quinta prueba.
El madrileño totaliza 413 puntos, enfrente de los 406 de Miguel Ángel Ballesteros (RH Polartec), abriendo los dos Sub-23 un vacío|hueco sobre los siguientes clasificados: los también Sub-23 Barceló, con 378, José Manuel Díaz Gallego (Bicicletas Rodríguez-Extremadura), con 370, y Jaume Sureda (Seguros Bilbao), con 357, y los Elits Angulo, con 352, y Óscar Hernández (GSport-Valencia), con 346.
Un total de 158 kilómetros
Los 158 kilómetros con salida y llegada a Valls no fueron tan selectivos como para romper la carrera, en un día atípico de ciclismo ya que hubo muchos intentos, pero ninguno de la suficiente entidad como para ser considerado una escapada: pequeños grupos que cogían una quincena de según durante pocos kilómetros. El Coll d'Arca, con rampas de hasta el 20% tan sólo sirvió para tirar la carrera y que quedara al frente un grupo de 17 unidades después de coronar, pero sin diferencias apreciables, por|para lo cual poco después se producía la neutralización.
Con todo, la escapada más importante fue la del escalador ecuatoriano Richard Carapaz (Lizarte) que en un terreno completamente plano, poco propicio a sus características, se marchaba a diez kilómetros de meta, rodando en solitario por espacio de 5 kilómetros, pero sin poder evitar este anunciado sprint masivo en el cual Angulo fue el más rápido, y en el cual una montonera cortó el grupo principal en tres subgrupos, con escasas diferencias entre ellos.
«La tensión estaba al final»
«Aunque el terreno era difícil, y el pelotón se ha roto en los puertos, el terreno era favorable para que hubiera un reagrupamiento como así ha estado, para llegar los ochenta que estábamos al final en el pelotón. La tensión estaba en el último kilòmetre y medio, porque había bastante curveig, y tenías que entrar a la recta, en estos últimos 400 metros, en las primeras posiciones si querías ganar. Afortunadamente hemos entrado primero y segundo, y así ha llegado la victoria y el doblete», comentaba Angulo después del sellar su triunfo.