Confidentes de camilla y gimnasio

Bajo la consigna de mantener el máximo de efectivos a disposición del entrenador durante el mayor número de jornadas, Joan Álvarez y David Pajón trabajan codo con codo en «la recuperación biológica de las lesiones y la readaptación de todos los procesos físicos» con la plantilla encarnado-y-negra. El fisio y el readaptador integran la dupla que hará posible, por ejemplo, la reaparición del central Dinis Almeida después de que tuviera que retirarse, lesionado, del enfrentamiento con el Atlètic Baleares al Estadio (1-0). Ayer en las instalaciones reusenses ambos dirigían una sesión de que tomaban parte, además de lo mismo Comas, también a Fernando, Edgar Hernández i Benito, en el marco del trabajo de prevención en pleno tramo final de la temporada. El papel de uno y otro coge especial relevancia ahora que «jugarnos alguna cosa más hace que cambiamos la manera de asumir riesgos porque necesitamos tener los mejores jugadores a punto y no hay tanta calma en las recuperaciones. Nos devolvemos un pelo más controladores: preparamos más cuestiones vinculadas a la recuperación, baños de agua fría y caliente, cuidamos al detalle la suplementación. Tenemos que arreglar tantos factores como sea posible».

El trato vinculado a la camilla y a momentos de dificultad genera un vínculo «especial» entre los futbolistas y estos dos miembros del cuerpo técnico, que se deja notar también en el ambiente distendido y serio al mismo tiempo de los ejercicios y en el carácterpersonal que acaba tomando, con el paso de las jornadas, todo. «El proceso de readaptación no se basa sólo al recuperar un músculo», apunta a Joan Álvarez, que dice que «en un equipo como el Reus acostumbra a haber gente de fuera. Que un jugador se haga daño y lo dejamos toda la tarde sol le da mucho tiempo parapensar. Llamarloo enviarle un whatsapp, hablar con él y que vea que tiene más gente aparte de su familia, que está a 1.000 kilómetros de aquí, es importante». Es por eso que, cuando molestias físicas fuerzan un paro, «estamos con ellos en la camilla, en el gimnasio, en la piscina. Y es un trabajo agradecido porque nos permite ver como progresan. Pasamos a tener una relación más estrecha que les sirve para desconectar y dejar de pensar en la lesión o en que no pueden estar con el grupo», apunta a David Pajón.

El gol de Edgar en Copa del Rey

El recuperador del CF Reus, como también Álvarez reconoce la «satisfacción» que llega una vez el futbolista tratado está de vuelta en el césped: «Que entre y marque un gol, claro está que no es mérito nuestro. Pero nos oímos implicados como una parte que lo ha ayudado». En este punto, los dos coinciden en recordar el gol anotado por Edgar Hernández en Copa del Rey, que decantó en la prórroga para los encarnado-y-negros el duelo con el Lleida Esportiu y suponía el acceso del equipo a la disputa de decimosextos contra uno Primera de competición europea, en los postres el Atlético de Madrid. El delantero de Gavà acababa de reponerse de un esguince de grado II al tobillo de la pierna derecha que había sufrido en el duelo de liga regular en El Collao. «Es nuestro trabajo, que el jugador, cuando lo haga, devuelva bien. Y ¡ cuandolo ves, te alegras tanto!», añade Álvarez, y dice que tanto él como David Pajón «sabemos el que ha pasado a cada futbolista hasta llegar a aquello y la gente que se lo mira desde fuera quizás no es consciente de qué vive el jugador con una lesión. Nosotros lo hemos visto sufrir, pensar que no llega, sentir que progresa lentamentey que no puede hacer nada. Y también volver».

«Son el mejor grupo»

Fisio y recuperador conviven, en el proceso necesario para consumar la reaparición, con el carácter de los futbolistas y la manera particular de afrontar la situación en que se encuentran cuando tienen que pasar por sus manos. «Hay momentos en que tienes que frenar al jugador porque él ve que va mejorando muy rápido y quiere probar cosas o entrar con el grupo. Sin embargo, en otros, hace falta que le digas que deje de lado el miedo que tiene, que se espabile y que lo empujarás si no se mete por él mismo», detalla Pajón, y Álvarez coincide cuando dice que «es importante en que no piensen si se pierden un mes o dos o la temporada. En aquella situación, el trabajo no es estar con el equipo sino ir cumpliendo plazos semana a semana. Llegar antes es un premio». «Saben que será un proceso largo y que puede durar unas cuantas semanas pero el equipo lo hará todo para alcanzar el objetivo y, nosotros, para tener la máxima gente disponible,» concluye Pajón sobre el inminente desenlacedela temporada. Joan Álvarez tampoco lo duda: «Este es el mejor grupo de Segunda B. Confío mucho en ellos y es porque los veo entrenar cada día. Son realmente muy buenos, trabajan duro, quieren conseguirlo y estoy convencidísimo de que lo» harán.