«Llegamos al 'play-off' con más potencial y más posibilidades que el año pasado»

—Qué reflexión hizo el sábado, una vezen casa, después del 1-0 que supone el segundo play-off?

—Sentía satisfacción por haber alcanzado un objetivo que ha costado tantos entrenamientos y también, de alguna forma, el descanso de haberlo hecho. Pero eso no se detiene y tampoco deja mucho tiempo paradisfrutar.

—Antes, al salir de la rueda de prensa posterior al partido, se fundió en un abrazo con Llastarri y también era Oliver.

—Cada uno, dentro de su ámbito y en su parcela, lo he puesto todo para llegar a este primer hito. Ellos, como yo, sentían la alegría de volver a estar entre los mejores por segundo año consecutivo.

—Cambia su trabajo a raíz del partido contra el Olímpic? ¿Pasa a dedicarse plenamente a preparar la promoción?

—No. Hace falta que nos centremos en el siguiente partido y no tenemos que olvidar que tenemos la opción del primer puesto. Es cierto que no dependemos de nosotros, pero sí que depende prepararnos de la mejor manera posible para tener opciones en Cornellà, tratar de cumplir y ver si el Vila-real B también lo hace.

—Tiene fama de ser un entrenador que se va a la cama y se levanta pensando en fútbol.

—Siempre, no sólo por habernos clasificado. Es mi trabajo y encima me gusta, que no es poco. Me paso el día pensante en fútbol. Después de esta semana, hay que ver cómo acabamos a la clasificación y entonces tendremos el próximo rival de play-off, que requerirá más tiempo. Y bienvenido sea todo para disfrutar de la fase de ascenso.

—Cuándo se empieza a mirar a rivales? ¿El cuerpo técnico esperó a que fuera matemático?

—Paralelamente, ya estábamos trabajando: al ir descargando partidos, al ver imágenes. Hay alguna persona que este fin de semana ha estado registrando algún enfrentamiento. Avanzamos cuestiones porque el sorteo es el lunes a las cinco de la tarde y, a partir de entonces, todos a correr.

—El club ha trabajado todo el curso para mantener la ilusión de todo el mundo en el objetivo. ¿Dudó, Usted, alguna vez?

—Este año, sí que hubo un momento que yo, personalmente, vi alguna duda o creí que se nos podía escapar de las manos. Habíamos entrado en una dinámica complicada, también porel tema de los pagos y se nos desvió mucho la atención en este tema, como es humano y lógico. Pero, al final, nos dimos cuenta de que todo aquello que habíamos ganado se podía perder. Y conseguimos corregirlo, afortunadamente, a tiempo.

—Este escenario podría haber sido diferente en otras circunstancias?

—Nunca lo sabremos, no se puede prever. Cuando una cosa te afecta personalmente, es evidente que profesionalmente también te afectará. Hemos vivido este momento, todos sabíamos que se arreglaría porque no era una cuestión de mala fe y creíamos, y fuimos capaces de seguir compitiendo. Quizás, en otra situación, ahora seríamos líderes. O quizás no estaríamos al play-off. La adversidad ha hecho fuerte el grupo.

—Portodos los contratiempos con que han tenido que vérselas, se siente más orgulloso de lo que ha alcanzado el equipo?

—Cuándo consigues el objetivo, y sabiendo que todavía queda lo más importante, siempre estás orgulloso. Nunca es un camino fácil, son muchos partidos, muchas jornadas, momentos buenos y regulares. Estoy orgulloso porque volvemos a estar entre los mejores y porque ahora luchamos por el primer lugar. Hemos dado un paso con respecto al año anterior.

—Siente que este nuevo éxito lo afianza como técnico? ¿Cree que se está reconciliando con la afición?

—Los datos y las cifras están allí y son el principal aval con que uno cuenta. Hemos escogido un camino y todos estamos convencidos de que es lo que nos lleva a ganar y a conseguir los objetivos. Que guste o no guste, pasa en todas partes. ¿Si eso me reconcilia con alguien? No lo tengo que hacer. A mí me pagan para hacer mi trabajo. Y asumo que no todo el mundo esté de acuerdo.

—Ve esta como su última oportunidad para subir con el CF Reus?

—En esta profesión, aprendes a no pensar mucho más allá. Ahora estoy ilusionado con aquello que tenemos por delante y todo lo que tenga que venir, vendrá. Antes me preocupaba, pero hoy no me vale la pena.

—Qué conclusiones ha extraído del anterior play-off?

—La clasificación durante aquel primer año fue importante y la experiencia nos ha servido para el siguiente año. Llegamos un poco justos como para poder competir con plenas garantías. Este año, presumiblemente, llegamos con mayor potencial, más competencia en el grupo y más posibilidades.

—Qué daría para acabar líder?

—No están los tiempos como para ir dando nada (ríe). Al final, es la ilusión con que uno afronta la semana y visualizar que realmente lo conseguiremos. Eso me hace estar alegre y transmitir a los jugador el mismo pensamiento: si todos somos capaces de visualizar que saldremos líderes de esta última jornada, iremos más ilusionados. Y es eso lo que yo quiero.

—Qué los ha dicho, a los jugadores, en esta vuelta a los entrenamientos? ¿Como prevén esta última jornada?

—Es importante que pensemos únicamente en nosotros. Si el Cornellà no se juega nada e irá más tranquilo, si el Español estará al 100%... nosotros tenemos que estar convencidos de que será un partido muy complicado en Cornellà, a un campo que tiene unas características muy especiales. El resto, más allá de eso, no está en nuestras manos.

—El enfrentamiento de ida contra el Cornellà supuso dejar atrás algunos hitos. ¿Aquello los puede acondicionar?

—No lo creo. Fue un partido que perdimos a pesar de no estar mal, pero aquello pasó da una vuelta. El domingo, el partido está a un campo totalmente diferente, con ellos como locales. No tiene nada que ver.

—Qué le está aportando esta nueva etapa en rojinegro?

—Más experiencias y, en definitiva, es de eso de donde se sacan conclusiones, de conocer nueva gente, nuevas formas de trabajar.

—Es feliz como técnico aquí?

—Soy de los que piensa que la felicidad llena no existe, que no la tiene nadie. Hay momentos que la puedes acariciar, pero una felicidad llena y continuada es muy difícil. Y con todo, me encuentro bien. Mi familia está aquí, mi hijo ha nacido y todo lo tengo aquí. No puedo pedir más.